Afrodisíacos a la carta

Los alimentos proporcionan la energía necesaria para que funcione el cuerpo, y nutrimentos para defendernos de enfermedades. Al cocinar, generalmente elegimos los primeros que nos vienen a la cabeza cuando sentimos hambre, aunque también solemos seleccionarlos por el motivo contrario, es decir, buscamos que estimulen nuestro apetito… ¡sexual!. Por supuesto, nos referimos a los afrodisíacos, aquellos que se consumen con el declarado propósito de despertar o aumentar el deseo sexual. Entre ellos se encuentran pescados y mariscos, cuyas virtudes en una dieta habitual están demostradas, mientras su relación con una experiencia placentera en la cama sigue siendo tema de análisis científico.
Las innumerables especies de pescado que se comercializan en México, las diferentes posibilidades gastronómicas, junto con sus características nutritivas, hacen a este alimento indispensable en la dieta de personas de todas las edades, en la infancia, adolescencia, embarazo, lactancia, edad adulta y vejez. El contenido proteínico en pescados y mariscos oscila entre 15 y 20%, si bien los pescados azules (atún, sardina y salmón, por ejemplo) y crustáceos (camarón, cangrejo o langosta) superan el 20%; asimismo, se consideran de alto valor alimenticio porque contienen todos los aminoácidos esenciales que el organismo requiere en cantidad y proporción adecuadas. Además, estas proteínas pasan rápidamente a la sangre, lo que ayuda al funcionamiento hormonal. Pero eso no es todo, su aporte de minerales también es relevante: fósforo, que ayuda a asimilar proteínas, grasas e hidratos de carbono, y al adecuado funcionamiento del sistema nervioso; yodo, indispensable para el óptimo desempeño de la tiroides (glándula que se encarga de crear hormonas que intervienen prácticamente en todas las funciones del organismo); zinc, cuya falta se relaciona regularmente con problemas de disfunción eréctil y de próstata. Esta riqueza mineral ha llevado a muchos a asumir que estos alimentos pueden reforzar o estimular la función o el deseo sexual. Por ejemplo, ciertos estudios señalan que el suplemento de zinc (presente en la síntesis de esperma, fluido seminal y testosterona) ha supuesto una mejora de la potencia, la libido y la frecuencia de los encuentros íntimos en hombres con problemas renales. La realidad, sin embargo, demuestra que la relación entre alimentos y libido sigue siendo más psicológica que fisiológica. Los nutrientes que recibimos de pescados y mariscos evidentemente benefician la salud, pero su efecto en la libido depende mucho de nuestra voluntad, esto es, de querer que así suceda, por lo que mentalmente debemos preparamos para ello. Existen más razones por las que debes consumir estos alimentos marinos: Fáciles de digerir. Puedes deleitarte con los “frutos del mar” durante la cena previa a un encuentro íntimo sin temor a sufrir indigestión o malestar estomacal en el momento más inoportuno. Imagen atractiva. Sus proteínas ofrecen aminoácidos necesarios para el desarrollo y crecimiento corporal, esto es, para mantener esa imagen que atrae y seduce a tu pareja, sin olvidar que brinda energía suficiente para una sesión de caricias íntimas tan prolongada que ¡provocará chispas!. Contienen ácidos grasos omega-3 en abundancia, los cuales favorecen el flujo sanguíneo y ofrecen importantes beneficios en todo encuentro sexual. ¿La razón? Durante la excitación, aumenta la cantidad de sangre que fluye hacia el área genital, permitiendo la erección en los hombres, y dilatación del clítoris, congestión de las paredes de la vagina, así como adecuada lubricación. en la mujer.
Sin inhibiciones. El agua es el elemento más abundante en la composición de pescados y mariscos, por ello su relación es inversa a la cantidad de grasa (a mayor contenido de aquella, menos grasa y viceversa). Gracias a este nivel calórico relativamente bajo puedes consumirlos con la frecuencia que gustes, lo que te mantendrá en forma para disfrutar al máximo cualquier encuentro sexual libre de inhibiciones.
Ahora ya lo sabes, alimentarte bien también puede producirte ¡placer en la cama!