Vota Francia en segunda vuelta de elecciones regionales

Los franceses regresan este domingo a las urnas para la segunda vuelta de las elecciones regionales, en donde el ultraderechista Frente Nacional (FN) intenta retener el primer puesto conseguido en los comicios de hace una semana.

En la primera vuelta realizada el 6 de diciembre, el FN, dirigido por Marine Le Pen, encabezó los resultados a nivel nacional con el 28 por ciento, y hasta 40 por ciento en el norte y en el sudeste del país, y espera ganar en varias de las 13 regiones, destacó la emisora RFI.

Este domingo están en juego los escaños de los 17 consejos regionales del país después de que ninguno de los partidos consiguiera más de la mitad de los votos en la primera vuelta, por lo que las agrupaciones que consiguieron más del 10 por ciento presentan sus candidatos en esta ocasión.

En total, algo más de 45 millones de franceses están llamados a votar para renovar los consejos regionales, que tienen competencias en materia de estímulo económico, carreteras, formación profesional o la educación secundaria.

Los colegios electorales estarán abiertos hasta las 18.00 hora local (17.00 GMT) en la mayor parte del territorio, aunque permanecerán una hora más en los municipios de mayor tamaño y no cerrarán hasta las 20.00 hora local (19.00 GMT) en las grandes urbes.

Para esa hora está previsto que se conozcan las estimaciones de los sondeos a pie de urna, bastante fiables puesto que contarán ya con el conteo de voto real en colegios rurales que cierran antes.

ULTRADERECHA, A LA CABEZA

El FN, un partido antiinmigración, se situó en primer lugar en seis regiones, aprovechando la preocupación causada por los atentados yihadistas del 13 de noviembre en París, que costaron la vida a 130 personas.

En tanto, la coalición de izquierda liderada por el Partido Socialista, del presidente François Hollande, no participa en algunas regiones y ha pedido a sus simpatizantes que voten por los Republicanos, un partido conservador de la oposición.

La derecha moderada, que hasta ahora solo controlaba una región, espera lograr la mayoría, mientras que los socialistas esperan limitar la caída que le auguraban las encuestas y mantener un buen número de regiones, entre ellas la simbólica de París, la más rica y poblada.