Cosas de la Ciudad

AUMENTOS.- Ante la evidente apatía de las autoridades correspondientes, en este caso la Profeco, se están dando una serie de aumentos en los precios a minoristas, que aunque para algunos consumidores pueden pasar desapercibidos, no así para las familias que perciben el salario mínimo. Se trata de incrementos de hasta 10 pesos en productos que se vienen registrando a partir del 1 de diciembre.
DINERO.- Antes era común que fueran las grandes cadenas comerciales o tiendas las que subían el precio de sus productos, aprovechando el hecho de que hay más circulante, por la entrega de aguinaldos y diversas prestaciones en efectivos a obreros y empleados, pero ahora se ha detectado esta situación en pequeño y medianos negocios, así como prestadores de servicios, como los autolavados de coche que de un día para otro subieron su tarifa de 90 a 100 pesos.
RECOMENDACIÓN.- Ante esta voracidad de comerciantes, se recomienda que los trabajadores potosinos cuiden su aguinaldo, que no se dejen llevar por el consumismo y que recuerden que ese dinero extra que reciben, es producto de 12 meses de trabajo y esfuerzo, para que se lo gasten en unas cuantas horas. Hay que ahorrar.
NEGLIGNCIA.- Aprovechando la negligencia y apatía de la anterior administración municipal, alrededor de 15 grandes empresas se instalaron en la Delegación de La Pila, sin contar con un solo permiso municipal. Este acto de omisión le está costando al municipio 100 millones de pesos, acorde a lo señalado por Luis Carlo Delgado Joseph, delegado de esa demarcación.
DENUNCIA.- Grave denuncia realizó el diputado Manuel Barrera Guillén al señalar que los retenes antialcohol que estará operando la Policía Municipal en esta capital, serán “centros de saqueo y corrupción”, para afectar a los automovilistas bajo cualquier pretexto, como ha ocurrido siempre en Soledad. Agregó que se trata del mismo esquema, detectan a un conductor que tenga aliento alcohólico, aunque no esté ebrio y lo amenazan con las multas de varios miles de pesos, llevarlo preso y quitarle el vehículo, si no les da una ‘cooperación’; eso está más que comprobado”, dijo. ¿Será?
MANDO ÚNICO.-Lo que parecía más que difícil se logró en tan solo 2 meses: unificar la coordinación del Mando Único en San Luis Potosí, que ya ayer inició sus funciones al instruir a los 58 Directores, Jefe de Región y Jefes de Área de Seguridad Pública sobre la operatividad a implementar a lo largo y ancho del Estado para combatir a grupos delincuenciales y garantizar la seguridad a los potosinos.
SAINETE.- En Ciudad Valles empleados de dos funerarias protagonizaron un sainete al pelear el derecho de quedarse con el cliente, familiares de una persona fallecida en el Hospital General, uno de los “fúnebres” al verse en desventaja y prácticamente quedarse sin el cliente, llamó a la policía y acusó a sus contrincantes de andar armados. Hubo movilización policial y  finalmente se aclaró que fue un “desacuerdo comercial”. Aquí en la capital hay un llamado “consorcio” de funerarias que ha sido señalado en varias ocasiones por cometer abusos en contra de familiares de personas que fallecen por accidente o cualquier otra forma de muerte no natural, aunque de hecho todas las muertes son naturales, aunque algunas provocadas. El punto es que han sido señalados los empleados en reiteradas ocasiones y en la PGJE se les ha tolerado y hasta protegido, desde el sexenio pasado y hasta el actual.
INCIDENTE.- Luego del desafortunado incidente sucedido en la inauguración de la Feria del Empleo, donde escoltas del gobernador Juan Manuel Carreras y el alcalde capitalino Ricardo Gallardo intercambiaron golpes, a unos metros de sus patrones y dieron la nota de color, el jefe de Fuerzas Municipales, Antonio Garza Nieto, dijo que ya se tomaron cartas en el asunto y se tuvo una plática con funcionarios de gobierno del estado donde se tomaron acuerdos para evitar se vuelva a presentar una situación similar, dijo, todo se debió a falta de comunicación. Pero el desgaste para ambos políticos es evidente, por la falta de sensibilidad al buscar el perfil de esos empelados, o “guaruras”, como les llama la gente.