Sexo entre parejas serodiscordantes: vivir bajo la amenaza del VIH

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en el mundo hasta la mitad de las personas VIH positivas (quienes han adquirido el virus) que están en una relación de pareja heterosexual u homosexual a largo plazo, tienen un compañero VIH negativo (no porta el virus). A estas uniones se les denomina parejas serodiscordantes (a diferencia de las parejas seroconcordantes en las que ambos integrantes son VIH positivos o VIH negativos).
Pareja con VIH/sida, ¿y después qué?
Se calcula que la mitad de las personas infectadas por el VIH/sida no saben que lo están. Por tanto, la OMS recomienda que los integrantes de una pareja se realicen juntos la prueba de detección del VIH y reciban asesoramiento médico y psicológico en caso de diagnóstico positivo. El integrante sano debe ser informado sobre el estado de salud de su compañer@.
Según esta organización, las parejas que se hacen la prueba juntos y se revelan su estado serológico (que indica presencia o ausencia de anticuerpos detectables contra un antígeno específico) tienen mayores probabilidades de adoptar un comportamiento de protección mutua para prevención del VIH.
De esta manera, las también llamadas “parejas magnéticas” pueden decidir en conjunto las medidas necesarias para evitar el riesgo de contagio del VIH, como el sexo seguro, y analizar el tratamiento más adecuado para el enfermo.
Después de recibir el diagnóstico, la pareja con VIH/sida pasará un periodo de adaptación en el que se enfrentará a problemáticas íntimas y sociales. Ambos deben acordar a quién le contarán sobre su situación y cómo lo harán.
Esta etapa suele ser emocionalmente difícil y tanto el portador del virus del sida como su pareja necesitan apoyo, comunicación, confianza y comprensión.
Cuidados en la pareja serodiscordante
Tener una pareja con sida implica adquirir responsabilidades para el cuidado de la salud de ambos:
Sexo seguro. Uso del preservativo o condón es imprescindible en el sexo entre parejas serodiscordantes. Además, pueden llevar a cabo prácticas de menor riesgo que eviten la penetración, como masturbación mutua o juegos eróticos.
Controles médicos periódicos. Aunque es la pareja con VIH/sida quien más controles médicos periódicos debe realizarse, su compañer@ requerirá análisis clínicos de rutina cada 6 meses.
Tratamiento antirretrovírico (TAR). Parte del tratamiento contra el virus de inmunodeficiencia humana es que el infectado tome medicamentos antirretrovirales para reducir el riesgo de transmisión del virus a quien ama. El TAR estándar consiste en combinar al menos 3 antirretrovirales para suprimir al máximo el VIH y frenar la progresión de la enfermedad.
Profilaxis preexposición. Ensayos médicos han demostrado que la utilización de antirretrovirales por la persona seronegativa puede ser una medida eficaz de prevención del VIH.
Profilaxis postexposición. Consiste en tomar antirretrovirales dentro de las 72 horas siguientes a la exposición al VIH para prevenir la infección. Incluye prueba de detección del VIH y, dependiendo del nivel de riesgo, la prolongación de terapia antirretrovírica durante 28 días con atención médica complementaria.
Vida normal. “Parejas magnéticas” pueden tocarse, besarse, abrazarse y compartir alimentos sin riesgo alguno. Aunque objetos que pudieran estar en contacto con sangre infectada como rastrillos o cepillos de dientes deben ser de uso personal.
Sexo entre parejas serodiscordantes
El miedo a transmitir o contraer VIH/sida puede disminuir o anular el deseo sexual, sobre todo en los primeros encuentros luego del diagnóstico. No obstante, es posible recuperar la vida sexual cuando se tiene información adecuada. Diversos estudios realizados en Europa y Estados Unidos han resaltado la importancia del uso de los medicamentos antirretrovirales en la prevención del VIH entre “parejas magnéticas”, pues han identificado que reducen el riesgo de transmisión del VIH en más de 90%. Sin embargo, no es razón suficiente para dejar de tomar otras precauciones, especialmente el uso del preservativo, que no sólo protege del virus, sino de otras enfermedades de transmisión sexual.
Para practicar sexo seguro es necesario utilizar correctamente el condón en cada una de las relaciones sexuales (vaginales, anales u orales), desde que comienzan hasta que finalizan.

Si el preservativo se rompe durante la relación sexual, el miembro VIH negativo de la pareja puede recibir tratamiento preventivo adecuado (profilaxis postexposición).

Utilizar 2 preservativos durante la penetración no disminuye el riesgo de contagio del VIH y otras infecciones. Por el contrario, la fricción entre capas gruesas de látex aumenta el riesgo de ruptura del condón.

Para el sexo oral (oral-vaginal u oral-anal) y las relaciones “sexo con sexo” (fricción de los genitales entre mujeres) se recomienda utilizar una “barrera de protección” de látex, como cortar un preservativo con tijeras y colocarlo sobre la vulva o ano.

Portadores del virus del sida, ¡pueden ser padres!
Los avances en el tratamiento del VIH/sida han permitido que muchas personas VIH positivas se conviertan en padres biológicos sin afectar a su pareja ni a sus hijos.

Clínicas especializadas en fertilidad ofrecen a los hombres infectados la posibilidad de separar el virus de los espermatozoides mediante técnicas de centrifugado de esperma y, posteriormente, lograr la concepción a través de inseminación artificial (método de reproducción en el que el esperma es depositado en la mujer con ayuda de instrumental especializado), o de fecundación in vitro (fecundar un óvulo con un espermatozoide fuera del útero, para después ser implantado).

Asimismo, el tratamiento en embarazadas con VIH/sida permite reducir las posibilidades de transmitir el virus de madre a hijo hasta niveles menores a 2%. No obstante, se requiere diagnóstico oportuno a la madre, medicamentos antirretrovirales a partir del segundo trimestre de gestación, cesárea (en caso necesario) y sustituto de leche materna.

El amor hacia una persona no se acaba con el virus de inmunodeficiencia humana y los cuidados en la pareja serodiscordante permiten continuar con vida sexual saludable.