Egipto lamenta que ningún país comparta información sobre avión ruso

El ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, señaló que ningún gobierno ha compartido con El Cairo sus informes sobre un posible atentado contra el avión ruso que se estrelló hace una semana en el Sinaí.

«La información que hemos oído hablar de las causas del accidente no ha sido compartida con las agencias de seguridad egipcias en detalle», insistió el canciller Shoukry, luego que han surgido varias versiones sobre la posible causa del siniestro.

«Entendemos las preocupaciones de algunos países (…) Esperábamos que la información técnica se nos proporcione», indicó el jefe de la diplomacia egipcia, de acuerdo con un reporte de la agencia china de noticias Xinhua.

Shoukry hizo hincapié en que el gobierno egipcio ha respondido a la cooperación y coordinación que fijan los criterios internacionales en este tipo de accidentes de avión.

Los servicios de inteligencia británicos aseguraron apenas ayer que una bomba fue colocada en la bodega del avión antes del despegue, de acuerdo con comunicaciones que pudieron interceptar de militantes yihadistas.

Otros reportes sugieren que el avión cayó por alguna acción terrorista, probablemente ejecutada por el Estado Islámico, que tiene una importante base de seguidores en el norte de Egipto, y no por fallas técnicas de la propia aeronave.

El canciller egipcio lamentó que su nación no haya recibido suficiente apoyo de sus socios europeos en su guerra contra el terrorismo.

«Los países europeos no nos dieron la cooperación que estamos esperando», indicó Shoukry.

Como la investigación está todavía en curso, Rusia suspendió ayer todos los vuelos a Egipto ante la creciente posibilidad de un posible ataque terrorista contra el avión ruso que se estrelló sobre la península del Sinaí el pasado sábado.

La suspensión dejó a unos 79 mil rusos varados en Egipto, principalmente en los centros turísticos de Hurghada y Sharm al-Sheikh, según la agencia estatal de turismo rusa Rostourism.

En total, 224 personas murieron al estrellarse el Airbus A321 de la compañía aérea Kogalymavia, que volaba de Sharm el Sheikh a San Petersburgo.

La causa de la catástrofe aún no ha sido determinada de manera oficial.

El Kremlin ha dicho que no descarta ninguna hipótesis, incluida la de un ataque terrorista contra la aeronave rusa.