Isabel Allende, a favor de legalizar la eutanasia

La escritora Isabel Allende tiene 73 años y está llena de vida y de proyectos, pero espera que, cuando a ella le llegue el momento de la muerte, «la eutanasia sea legal en todas partes» para que pueda «morir dignamente» y sin que se empeñen en mantenerla «viva a toda costa».
De la necesidad de legalizar la eutanasia habló hoy Isabel Allende al presentar en la Casa de América su nueva novela, «El amante japonés», una obra sobre el amor, la vejez y la muerte publicada hace cinco meses.
Con su visita a España, Allende comienza una larga gira de dos meses por varios países europeos en los que ya se ha traducido su nueva novela, la número 22 de esta escritora que ha vendido más de 65 millones de ejemplares en el mundo y cuya obra está traducida a 35 lenguas.
Publicada por Plaza y Janés, «El amante japonés» es un canto a la vida y a la vejez, «el mejor momento para ser y hacer lo que a uno le place», y en ella se reivindica «el amor en la vejez», un tema poco tratado en la literatura pero que Allende defendía hoy con pasión.
«No sé si la pasión es más fuerte cuando se acerca la muerte, pero creo que la necesidad de intimidad y de compartir la vida con otro es muy grande en toda edad, y en la vejez es mayor incluso porque cuenta con menos apoyos», afirmó hoy la novelista.
Recientemente, Allende se separó de su segundo marido, el abogado y escritor californiano William Gordon, después de 27 años de matrimonio.
La escritora se acaba de cambiar de casa y todos sus vecinos «son nuevos». Hay una, de 87 años, que tiene un amante catorce años más joven que ella y que «la visita de jueves a domingo». Cada jueves, la escritora, «llena de curiosidad», se asoma a la puerta para ver llegar al amante de la vecina, contaba hoy entre risas.
Y la señora de 87 años le dice que «la pasión y el sexo continúan igual» que cuando era más joven. «Ahora que estoy sola, sin marido, estoy abierta a los candidatos que pueda haber, porque tengo necesidad de pasión y de amor como cualquier otro. Los años no me pesan», aseguraba la autora de libros como «La casa de los espíritus», «Paula», «Hija de la fortuna» o «El juego de Ripper».
La escritora sólo escribe novelas que «nacen de alguna obsesión» y la idea de «El amante japonés» se la dio una amiga suya, cuando, paseando un día por Nueva York, le contó que su madre, de 80 años, tenía «un amigo jardinero japonés».