Soluciones para la vista cansada

Para enfocar de cerca, el ojo pone en marcha los músculos más próximos a él, los cuales modifican el espesor del cristalino, lente interno que hace que la imagen de un punto cercano se forme en la retina para verla con nitidez. Con el paso del tiempo, esos músculos pierden fuerza y se hacen menos potentes, haciendo que el cristalino disminuya su flexibilidad. Así, podemos definir a la presbicia como la condición óptica en la cual, debido a los cambios producidos por la edad, disminuye en forma irreversible la capacidad para ver de cerca.
El fallo en músculos y cristalino no es repentino y total, sino progresivo; empieza en la infancia y se manifiesta después de los 40 años. Ahora bien, para compensar este daño se recomiendan los anteojos convencionales, que tienen el inconveniente de que al levantar la vista se observa a través de la graduación para ver de cerca, con lo cual se pierde nitidez y se tiene, incluso, sensación de vértigo. Sin embargo, pueden ser útiles para realizar trabajos en que se requiera enfocar objetos de cerca durante mucho tiempo consecutivo.
Una buena opción son habitualmente los lentes bifocales, que permiten ver de lejos por la parte superior y de cerca por la inferior, sin más que la natural inclinación de la cabeza. Habituarse a ellos es relativamente fácil, y sólo se requiere especial atención en los primeros días de uso, al subir y bajar escaleras. Un inconveniente es que no permiten una visión clara a distancias intermedias, lo que obliga a la persona a acercarse o adoptar posiciones incómodas.
La mejor solución son los lentes multifocales, que permiten una visión nítida a cualquier distancia, simplemente variando la inclinación de la cabeza, sin necesidad de acercarse al objeto. Es muy buena alternativa para quien requiere de un amplio campo visual. Así que, no se alarme si su vista empieza a manifestar cierto agotamiento, ya hay soluciones oportunas.
Todo es parte del paso del tiempo
En México, desde finales de la última década del siglo XX es posible corregir la vista cansada a través de intervención quirúrgica, para lo cual se requiere de tratamiento con láser o radiofrecuencia que emite ondas de calor.
Así, en poco tiempo es posible mejorar notablemente la claridad con que se observan los objetos.
Estas técnicas se encaminan a modificar la forma de la córnea (parte transparente con forma de bóveda que protege al globo ocular), sobre todo la del ojo que no es dominante (casi siempre el izquierdo), a fin de ajustar su capacidad de enfoque.
Dicho procedimiento, llamado monovisión, permite que el ojo dominante observe con claridad los objetos lejanos, mientras que el otro se modifica para que pueda observar bien de cerca.
Los cuidados después de la cirugía suelen ser prácticamente nulos, y consiste en la aplicación de gotas lu-bricantes y antibiótico para prevenir infecciones. Alto porcentaje de personas atendidas con este tratamiento han mostrado su satisfacción con los resultados.
Si entre los 40 y 45 años de edad percibe que las letras en un texto bailan o se amontonan, nota mayor nitidez al alejarse la lectura o requiere más luz que antes, es muy probable que esté ante los primeros síntomas de presbicia, mejor conocida como vista cansada. El fallo en músculos y cristalino no es repentino y total.