Exámenes ginecológicos; hay mucho qué ganar

Primero que nada, cabe destacar que es fundamental sentirse a gusto con el especialista en salud femenina que se vaya a elegir, pues tiene que ser una persona en quien la paciente confíe, capaz de realizar un examen completo. El ginecólogo debe:
Verificar si el estado de las glándulas mamarias y genitales externos e internos es el adecuado.
Informarnos acerca del adecuado desarrollo corporal, ciclo menstrual, higiene y cuidados durante la menstruación, relaciones sexuales, control de la natalidad y enfermedades venéreas o de transmisión sexual.
Descartar la presencia de alguna infección, tumores o quistes
Normalmente se efectúa la primera consulta cuando se presentan retrasos menstruales, alteración en el tamaño de los senos, inflamación del cuello uterino y labios vaginales, desorden hormonal o secreción de flujo. Otra razón más es al momento de iniciar vida sexual activa, etapa donde es fundamental tener precauciones para evitar embarazo no deseado, así como prevenir infecciones y alteraciones en el funcionamiento del sistema genital.
Al solicitar la cita debe elegirse un día en el que la paciente no esté menstruando, pues ello dificulta la revisión.
Una vez en el consultorio el ginecólogo tomará datos sobre antecedentes de enfermedades, hábitos alimenticios, regularidad del ciclo menstrual e indagará si se mantienen relaciones sexuales y sobre el método anticonceptivo que se utiliza, ello con el fin de ir conformando la historia clínica.
El examen inicia con la inspección mamaria, la cual tiene como objetivo identificar alteraciones, lesiones o inflamación, a continuación se procede a palpar senos y axilas para descartar la presencia de «bolitas» o tumores. Posteriormente, se examina el abdomen bajo, pues hay enfermedades que afectan genitales internos y pueden dañar dicha zona.
Una vez realizado lo anterior, la paciente se recuesta en la camilla ginecológica con los glúteos en el borde, muslos flexionados sobre el abdomen y pies apoyados en unos estribos que tiene a los lados dicho soporte, lo que facilita la revisión de los genitales externos. Entreabriendo la hendidura vulvar con los dedos índice y pulgar se verifica tamaño y forma de los labios mayores, se establece la presencia del himen y características del clítoris, canal urinario y vestíbulo (espacio situado entre labios menores a la entrada de la vagina). El estudio se complementa con el tacto vaginal, que se combina con revisión abdominal, para lo cual es necesario que el ginecólogo introduzca los dedos índice y medio en la vagina, mientras que índice y pulgar de la otra mano separan los labios. Se debe reconocer forma, tamaño y consistencia del cuello uterino, trompas y ovarios. En pacientes «vírgenes» tiene que efectuarse vía rectal, pues la integridad del himen impide la realización del examen genital.
Por último, para completar la evaluación ginecológica se procede a examen con espéculo, instrumento que contiene estructuras que, una vez que está dentro de la vagina, se abren y permiten la observación del cuello uterino e identificación de posibles lesiones.
1) Papanicolaou
Mediante este estudio, que se realiza durante la revisión ginecológica de rutina, es posible identificar lesiones no perceptibles a simple vista, como verrugas genitales y cáncer, lo cual se logra cuando se coloca en la vagina un espéculo que permite visua-lizar la zona; luego, con una espátula de madera se toman muestras de la superficie del cuello uterino y fondo del saco vaginal, las cuales se envían a un laboratorio, en donde se examinan para comprobar si hay alteración celular o infección por virus del papiloma humano. Este método diagnóstico es recomendado por los médicos a partir del inicio de las relaciones sexuales, una vez por año.
2) Colposcopía
Se apoya en el uso de un aparato llamado colpos-copio, instrumento binocular que consta de sistema de lentes que incrementan el tamaño de una imagen hasta 40 veces y permite a los ginecólogos detectar la ubicación de lesiones en útero, como las ocasionadas por virus del papiloma humano y cáncer en sus primeras etapas, así como cuando este mal está en una fase avanzada.
Es importante se sometan a él quienes hayan tenido relaciones sexuales, presenten leucorrea (flujo vaginal) rebelde a tratamiento y cuando los resultados del papanicolaou son anormales, es decir, si demuestran la presencia de verrugas y cáncer, ya que es un método más preciso.
3) Examen pélvico
Es una de las principales herramientas que tiene la ciencia para evaluar el estado de los órganos repro-ductivos de la mujer (útero, vagina, ovarios y trompas de Falopio) para constatar su estado. Grndes posibilidades que hay en los exámenes ginecológicos.