Enfisema; de la mano del tabaquismo

Suele afectar a personas mayores de 40 años y se presenta con más frecuencia en la población masculina que en la femenina, aunque en ésta se ha incrementado la incidencia en los últimos años. El nombre de la enfermedad viene del griego emphyse-maque significa “soplar el aire” o “insuflar”.
“Junto con la bronquitis crónica, el enfisema forma parte de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y, como tal, da lugar a estrechamiento de las vías respiratorias”, indica el Dr. Humberto Suárez Castro, egresado de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMH) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en la Ciudad de México, y dedicado a la práctica privada. Aunque dicha enfermedad no es curable, agrega, es posible detener el deterioro pulmonar y mejorar la situación del paciente mediante la administración de algunos cuantos medicamentos homeopáticos, los cuales, al mismo tiempo, ayudan a dejar el tabaquismo. Radiografía del padecimiento. El enfisema pulmonar comienza con la destrucción de los sacos aéreos (alvéolos), en los cuales se efectúa el intercambio de oxígeno del aire por dióxido de carbono en la sangre. Las paredes alveolares son delgadas y frágiles, por lo que cualquier daño que experimenten es irreversible y da lugar a la formación de “agujeros” permanentes en los tejidos.
“A medida que los sacos aéreos se van destruyendo, los pulmones van perdiendo la capacidad de transferir oxígeno al torrente sanguíneo. En consecuencia, inicialmente existe dificultad para respirar al hacer algún esfuerzo, aunque la afección evoluciona y esto puede suceder incluso en estado de reposo. Lo anterior se acompaña de pérdida de peso, ansiedad, fatiga, tos y sibilancias (sonido silbante al inhalar y exhalar)”, detalla el médico homeópata