Comer mal está matando a los mexicanos

Muchas veces hemos escuchado recomendaciones como “aliméntese sanamente” o “mantenga una dieta balanceada”, pero nadie nos dice cómo lograrlo. El resultado de esta desinformación salta a la vista: 7 de cada 10 mexicanos adultos padecen sobrepeso (aumento de peso entre 10% y 20% de su cifra ideal) u obesidad (incremento en 20% o más del peso adecuado), y todos ellos se encuentran en riesgo de desarrollar padecimientos circulatorios, del riñón o tumoraciones. Haciendo una evaluación al respecto, la dietista Martha Leticia Martínez Viveros, responsable del área de Nutrición y Dietética de la Coordinación de Programas Integrados de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (PrevenIMSS), considera que “en términos generales la alimentación de la población mexicana y de todo el mundo es inadecuada, y ello se refleja en alteraciones como hipertensión (presión arterial elevada), altos niveles de colesterol y triglicéridos (grasas) en sangre, predisposición a algunos tipos de cáncer (de seno, vesícula, colon o próstata) o diabetes (cifras elevadas de azúcar en sangre). Estos problemas son las principales causas de defunción en nuestros días, y numerosos estudios concluyen lo mismo: lo que comemos y la falta de ejercicio son los principales condicionantes de esta situación”. La nutrióloga describe que en nuestro país consumimos gran cantidad de grasas saturadas (afectan al sistema circulatorio, pues inflaman y obstruyen a venas y arterias) y colesterol dañino, presentes en productos de origen animal. “Se prefieren alimentos como carnitas con cuerito, taquitos de tripa o suadero, barbacoa, pozole o quesadillas, y sin ellos un fin de semana no es ‘bonito’ ni ‘tradicional’. Su sabor es atractivo, buscamos comerlos con frecuencia y ‘les hacemos fiesta’, pero nunca hacemos lo mismo con una manzana o una rebanada de papaya”.