Robles en Sedesol desde Sedatu

Cuando Rosario Robles recibió hace un mes la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) para sustituir a Jesús Murillo karam, era claro que ella –como muchos otros más–, había sido sorprendida por su remoción al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para colocar ahí a José Antonio Meade, quien a la vez dejó la Cancillería para ser ocupada por Claudia Ruiz Massieu Salinas, antes secretaria de Turismo.
Rosario como buen soldado, aceptó estoica la separación al frente de la Sedesol, desde la que se dio una batalla en el tema de la pobreza que tanto ha usado para sus discursos en positivo, el propio presidente Enrique Peña Nieto.
Robles entendió así de pronto, que había sido usada una vez más por los políticos hombres ahora priistas, y que era necesario alinearse sin chistar para evitar rupturas y provocar malestares mayores a su jefe.
Pero cuando la recién nombrada tomó posesión de su puesto en presencia del depuesto Murillo Karam y del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong; a ella se le notaba el desencanto, tal vez la ira pero se comportó. No obstante, ni siquiera sabía el nombre real de la dependencia a la que arribaba y apenas alcanzó a enunciarla de forma correcta.
Rosario empero, sigue sin tener independencia en la Se-cre-ta-rí-a-de-De-sa-rro-llo-A-gra-rio-Te-rri-to-rial-y-Ur-ba-no y en razón de la llamada política social de nueva generación, sirve desde ahí, a los objetivos principales de Sedesol, de Meade y Peña.
No es coincidencia que el programa de la Sedatu para combatir el hacinamiento, lleve por nombre: Cruzada Nacional contra el Hacinamiento.
Qué será peor, ser abandonada por sus ex correligionarios o ser usada por su jefe y equipo.
El poder, el poder…

Acta Divina… De acuerdo con la titular de la Sedatu, Rosario Robles, uno de los objetivos de la dependencia a su cargo es combatir el hacinamiento, por lo que en los próximos meses de este año se construirán 50,000 cuartos adicionales y para el 2016, medio millón más.
Para advertir… Entre el amor y el poder.