¿Por qué se cae el cabello?

Aunque parezca increíble, la hormona que en el hombre genera el crecimiento de vello en barba, bigote y pecho es la misma que provoca la caída del cabello.
Su nombre es testosterona y es la responsable de indicar a los folículos pilosos (productores de la vellosidad en todo el cuerpo) cuando trabajar o no. Así que puede llegar el momento en que dé la orden de detener la producción en la cabeza y no haya más cabello.
Este tipo de comportamiento es hereditario, y contra él hay muy poco que hacer. No obstante, los estudiosos del asunto reconocen que hay algunas acciones que se pueden emprender cuando los factores que la provocan son diferentes al genético:
Evitar el estrés.
Algunas investigaciones científicas señalan que la tensión nerviosa y la ansiedad son factores que propician la caída del cabello. Por tanto, lo más indicado es evitar que estos estados emocionales aparezcan con frecuencia.
Incluir proteínas en la alimentación.
Las carnes rojas, blancas y de pescado, al igual que los lácteos y el huevo, contienen proteínas que fortalecen a los folículos pilosos.
Incremente el hierro en su dieta. Este y otros minerales (principalmente zinc y selenio) son importantes para que el cabello no se debilite. De manera que consuma acelgas, espinacas, lechuga y otras verduras de hoja verde.
No lo maltrate. El cabello se puede debilitar por el uso frecuente de secadoras y rizadores eléctricos.
Se recomienda secarlo con una toalla, pasándola ligeramente por el cabello húmedo. El cepillado violento no es lo más indicado, como sí lo es desenredarlo suavemente con los dedos y después pasar el peine de manera delicada.
Cuidado con los químicos. Tintes y decolorantes agreden al cabello, y después de mucho tiempo de usarlos lo tornan débil, delgado y quebradizo. Lo indicado es enriquecer al cuero cabelludo con tratamientos que contengan productos de origen natural (aceites de almendras, ricino y olivo, entre otros).
No tema al lavado diario. La higiene es trascendental para la salud del cabello. Por ello, es importante que use el tipo de shampoo acorde a la condición del suyo (seco, graso, normal). Los que contienen en su fórmula proteínas o colágeno brindan protección al cabello maltratado. Existen en el mercado gran número de remedios que aseguran evitar la caída del cabello, pero en muchos de los casos empeoran el problema. Así que, mucho cuidado, puede resultar peor la solución que la enfermedad. La alopecia es la pérdida parcial o total de cabello, y puede ser resultado de factores genéticos, envejecimiento, estrés, tratamiento contra el cáncer y padecimientos cutáneos o que afectan al organismo en general.
Es menos común en mujeres y niños porque casi siempre depende de la presencia de hormonas masculinas (andrógenos).
La caída ocurre gradualmente y puede darse por secciones o generalizada (difusa). Cuando su causa es enfermedad, radioterapia o uso de fármacos, no se requiere atención, pues el cabello crecerá nuevamente cuando la afección haya cesado o la terapia se haya completado. Si se debe a infección cutánea, pueden administrarse cremas de aplicación local o medicamento oral.
En el caso de la calvicie masculina, el tratamiento no es necesario si la persona se siente cómoda con su apariencia. De lo contrario, existen recursos terapéuticos que estimulan la formación de cabello o inhiben la producción de hormona, aunque no son soluciones definitivas. En ocasiones puede recurrirse a peluquín o trasplante de pelo.
Su nombre médico es alopecia, y popularmente se conoce como calvicie. En torno a ella hay sinfín de mitos que aluden a la inteligencia, virilidad e incluso senilidad.