Con racha perfecta, Pumas devolvió alegría a C.U.

No es lejana la época donde Ciudad Universitaria era un contenedor de inconformidades y ánimos resignados, como cuando en todo el Apertura 2013 los Pumas no ganaron un solo juego en casa.
Pero hoy, con 9 triunfos en sus últimos 10 juegos como local, el inmueble auriazul es todo lo contrario y la victoria de esta tarde contra Tigres confirmó el éxtasis de una afición que solo con una racha así podía olvidar la reciente era de vacas flacas.
Sin que los regiomontanos fueran rival de gran convocatoria, el inmueble capitalino estuvo cerca del lleno, con las gradas laterales prácticamente a tope y huecos solo en las cabeceras.
Los 29,655 espectadores, de los cuales fueron solo alrededor de 2 mil visitantes, atestiguaron la consolidación de la racha perfecta de Pumas como local, donde ha ganado sus cinco juegos este torneo, que alegremente se suman al cierre del Apertura 2014, donde a partir de la Jornada 9 solo consiguieron victorias, con la derrota en la 16 ante Cruz Azul como único lunar.
Por ello la gran entrada, la paciencia de la grada para esperar el gol de Ismael Sosa que dio el triunfo y el extasís para celebrarlo.
Pero no fue solo eso lo que llenó de regocijo al público local, porque las dos rojas de Tigres, de Rafael Sobis y Joffre Guerrón en la recta final, fueron festejadas como anotaciones.
Los pocos reclamos esta vez se los llevó Eduardo Herrera, quien al medio tiempo fue despedido con algunos gritos de «¡agrandado!» por su terrorífica falla solo y sin portero frente al arco al final de la primera mitad.
Pero nada que ver con la satisfacción victoriosa que se convierte en costumbre en una afición que vuelve a sentir C.U. como el hogar infranqueable y no como la casa que hace no mucho era generosa solo con el visitante.