Croacia da marcha atrás en disputa migratoria con Serbia

Croacia intentó rebajar este viernes las tensiones con su vecina Serbia, después de que la Unión Europea (UE) interviniera para poner fin a una disputa fronteriza iniciada a causa de la actual crisis migratoria. Zagreb había cerrado todos salvo uno de sus pasos fronterizos con Serbia, a la que acusaba de desviar hacia Croacia el flujo de refugiados que intentan llegar al oeste de Europa.
En Bruselas, la Comisión Europea declaró que esperaba «aclaraciones» urgentes de Croacia y exigió al primer ministro, Zoran Milanovic, que anuncie pronto el levantamiento de las restricciones en la frontera con Serbia. «Estoy manteniendo intensas conversaciones con mis colegas para levantar hoy o mañana las medidas que hemos introducido», aseguró este viernes Milanovic ante la prensa. Mientras miles de refugiados seguían cruzando Croacia rumbo al oeste de Europa, Macedonia se quejó de que 100 camiones con matrículas de su país estaban bloqueados en la frontera serbocroata.
El viceministro de Economía macedonio, Hristijan Delev, avisó que si la frontera no vuelve a abrirse antes del martes, Macedonia, Serbia y los otros países de Europa Central que firmaron un acuerdo de libre comercio «tendrán que reunirse para buscar una solución».
Este viernes, Zagreb indicó que había registrado ocho mil 500 llegadas de refugiados el jueves, lo que eleva a 55 mil la cifra de migrantes que transitaron por el país en los últimos nueve días.
Los migrantes afrontan estos días el frío y la lluvia en la región;  algunos piden atención médica en el centro de acogida de Opatovac (este), cerca de Serbia, informaron medios locales.
Los refugiados pasan casi exclusivamente por Croacia desde de que el gobierno húngaro decidió cerrar su frontera con Serbia, el pasado 15 de septiembre. La respuesta de Zagreb ha sido subir a la mayoría de esos migrantes en autobuses y llevarlos hacia Hungría, y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, anunció este viernes que ahora también se plantea sellar su frontera con Croacia.
«El flujo de migrantes no va a disminuir (…), queremos impedir que la gente pase», declaró en una rueda de prensa en Viena, tras reunirse con el canciller austriaco, Werner Faymann.«La instalación de una protección en la frontera con Serbia ha cumplido sus objetivos. Debemos hacer lo mismo en la frontera con Croacia», aseguró.
Orban ha recibido numerosas críticas por su actuación durante la actual crisis de los refugiados, sobre todo después de instalar una alambrada entre Hungría y Serbia.
y de cerrar parte de la frontera con Croacia, la que no está marcada por el río Drava.

El gobierno húngaro anunció el jueves que desplegará una alambrada en su frontera con Eslovenia, pese a que ambos países pertenecen al espacio de libre circulación europeo Schengen.

La crisis de refugiados ha provocado grandes divisiones en Europa, sobre todo entre el Oeste y el Este, pero también entre los países de la antigua Yugoslavia cuyas relaciones siguen siendo frágiles, desde el final de las guerras de los años 1990.

Belgrado comparó las restricciones impuestas por Zagreb en sus fronteras a las que «tomó el régimen fascista (nazi) en Croacia» durante la Segunda Guerra Mundial. Milanovic acusó, por su parte, a Belgrado de cerrar un «acuerdo» con Budapest para enviar a todos los migrantes a Croacia.

El ministro croata de Relaciones Exteriores, Vesna Pusic, aseguró el jueves que las tensiones entre ambos países eran «completamente innecesarias».

«Creo que deberíamos rebajar las tensiones lo antes posible y empezar a resolver el problema (de los migrantes) en colaboración con la UE, y también con países como Turquía», dijo Pusic, según la agencia croata de noticias HINA.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 493.000 migrantes llegaron a Europa desde comienzos de 2015.