«Las verdaderas «trumpadas» de Trump»

Si la pronunciación fuera la misma que la del apellido de Donald Trump, la palabra entrecomillada en el título de esta colaboración se leería en español como trompadas haciendo referencia a un sinónimo de puñetazo, guantazo, golpe, soplamocos, porrazo o bofetada. Aludo a este significado, pues me propongo compartir con mis lectores lo que creo que son los verdaderos golpes que debemos registrar como mexicanos, mucho más allá de los agravios verbales de este personaje bravucón.
Trump es un empresario millonario nacido en Nueva York hace 69 años. Formado en la escuela de negocios de Warthon, se ha dedicado a los negocios a través de la empresa que preside llamada Trump Organization, la cual llegó a estar en bancarrota comercial, de la que se recuperó, para llegar ahora a un valor de varios miles de millones de dólares. Especialmente proclive a los medios de comunicación, ha llegado incluso a aparecer como presentador en el «reality show» «The Apprentice» en la televisión norteamericana. Con estos antecedentes, «The Donald», como se le conoce, busca ahora la nominación del Partido Republicano en los EE.UU para contender en las elecciones por la Presidencia de dicho país en 2016
Durante esta contienda interna, Trump se ha distinguido por su visión crítica hacia México y hacia los inmigrantes mexicanos en los EUA. Asegurando textualmente que «México no es nuestro amigo», Trump ha propuesto la construcción de un muro en la frontera entre los Estados Unidos de América y México, el cual, además, debería ser sufragado por nuestro país. En su particular forma de ver las cosas, ha afirmado que «México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (…). Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores.» Magnánimamente, sin embargo ha agregado que «asume que algunos son buenos».
Según un reportaje publicado el 21 de septiembre de 2015 en el diario El Financiero, la actitud de Trump podría tener origen en un lío judicial, originado en adeudos de empresarios mexicanos por alrededor de 12 millones de dólares, relacionados con el concurso de Miss Universo de hace 8 años. Quizás ello explique afirmaciones como las siguientes: «El sistema jurídico mexicano es corrupto, como es gran parte de México. Páguenme el dinero que se me debe ahora y dejen de mandar criminales hacia nuestra frontera». «Tengo una demanda en la corte corrupta de México que gané, pero hasta ahora no puedo cobrar. ¡No hagan negocios con México!» «No quiero nada con México más que construir un muro impenetrable y que dejen de estafar a Estados Unidos» «México nunca volverá a ser sede de Miss Universo» «Mucha gente está enojada con mis comentarios sobre México -pero enfrentémoslo, «México está estafando totalmente a Estados unidos. Nuestros políticos no son tontos»
A pesar de que sus comentarios han generado reacciones adversas por parte de destacados empresarios y empresas, como Carlos Slim, Univisión, Televisa, Macy´s o NBC que solían mantener negocios con el magnate, nada parece detenerlo en sus afirmaciones ofensivas, las cuales son ya incontables y podrían llenar el espacio completo de esta columna.
Sin embargo, no es mi intención seguir citándolas, sino reflexionar sobre lo que en verdad me preocupa, no de este personaje peculiar, sino del respaldo que parece ganar día con día en los sondeos que se han publicado (excepto el que fue difundido recientemente por The Washington Post). Honestamente, lo que diga o deje de decir a los cuatro vientos este millonario bocón, no tendría relevancia alguna, si no fuera por las simpatías que parece generar en algunos círculos de la sociedad americana; círculos, por cierto, muy influyentes.
Según una encuesta de la cadena CNN, Donald Trump se sitúa como favorito con el 32% entre la base del partido republicano, seguido por Ben Carson con 19%. Para el 71% de los encuestados, lo que más atrae de Trump es su posición en temas de migración y de liderazgo de Estados Unidos. Y pareciera que, según se puede apreciar en una serie de encuestas publicadas por Gallup, la ganancia en las preferencias, se acentúa en la medida en que lo hace el tono de sus denostaciones y radicalismos. Solo entre principios de agosto y los primeros días de septiembre, ganó 16 puntos de preferencias de los 32 con que aparece en la última medición.
El asunto es inquietante si tomamos en cuenta el enorme significado y la importancia que tiene la relación de ambos países. México es el segundo socio comercial de Estados Unidos y el primer destino de las exportaciones de California, Arizona y Texas. Por lo que hace a nuestro país, baste señalar que en el año 2012 el comercio con aquel país fue de 494mil millones de dólares; más de 1.3 MMDD al día. Estando así las cosas, simplemente es inaceptable que prospere entre el ánimo de una clase decisiva en la economía americana, una visión de México como la que alienta Trump.
Cambiar ese ambiente es el mayor reto que tiene Miguel Basañez en su tarea diplomática. Quizás, la tarea tan empeñosa que ha hecho con los grupos hispanos en aquel país explique en parte su designación. O quizás lo explique la capacidad que tenga para entregar cuentas satisfactorias, como las que me consta que ha sucedido en cada etapa de su vida profesional. Lo conocí cuando llegué, hace 34 años al Estado de México, en donde era el Secretario Particular del Gobernador. Espero que aquellas características que constaté, de orden, método, eficacia y empeño, que suelen ser poco comunes en el servicio público, sirvan para darle la vuelta, en el corto plazo, a una situación que es tan absurda como insostenible.