CETEG toma alcaldía en Tixtla; normalistas bloquean accesos

La mañana de ayer, normalistas de Ayotzinapa bloquearon las entradas a la ciudad de Tixtla, mientras maestros de la CETEG tomaron las instalaciones del ayuntamiento de Tixtla, la dirección de Seguridad Pública, Protección Civil y Tránsito Municipal para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos.

El bloqueo en la carretera que conduce a Tlapa provocó que cientos de vehículos quedaran parados y no pudieran circular hacia las poblaciones que están en la montaña; ya cerca del mediodía, unos mil estudiantes de varias escuelas normales del país, que llegaron a Tixtla, salieron en marcha de la normal Raúl Isidro Burgos con rumbo al zócalo de Tixtla.

En su movilización, llevaban al frente una lona con los rostros de los 43 jóvenes
desaparecidos en Iguala el pasado 26 de septiembre de 2014 gritaban consignas contra el gobierno y pedían que sean presentados con vida los normalistas desaparecidos.

Una vez que llegaron al zócalo, realizaron un mitin, donde una vez más fue reiterada la demanda de presentación con vida de los jóvenes desaparecidos. Mientras tanto en Chilpancingo, un grupo de normalistas con el rostro cubierto llegó a las estaciones de radio para tomarlas y acusar a los policías estatales de haber sido los que iniciaron el enfrentamiento del martes.

Pidieron que se retiren los policías estatales que se encuentran en las carreteras que unen a Chilpancingo con Tixtla, pues según ellos, atentan contra la libertad de tránsito.

Afirmaron que fueron los policías quienes los atacaron, aunque hay 11 policías estatales internados en hospitales y su estado es crítico, todos presentan golpes provocados por piedras, la mayoría en la cabeza, mientras que del lado de los normalistas sólo se reportaron dos heridos, uno de ellos fue un normalista al cual le estalló un petardo en la mano.

El síndico procurador del ayuntamiento de Tixtla, David Martínez, informó que maestros de la CETEG tomaron la alcaldía desde las 9:30 horas.

Se prevé que la toma de las oficinas duré 43 horas, una por cada desaparecido.