Fallece Carmen Balcells, agente literaria del boom latinoamericano

Carmen Balcells (1930-2015), la agente literaria más importante del mundo de las letras en español, constructora y figura clave del Boom Latinoamericano, pionera en la defensa de los derechos de autor de los escritores que representaba, madre, amiga, compañera, confesora, sicóloga, visionaria, murió ayer a los 85 años de edad.

La familia de la denominada Mamá grande informó que falleció “repentinamente” en su domicilio de Barcelona, que recibirá sepultura “en la más estricta intimidad” y que próximamente se celebrará un acto en su memoria.

Balcells representó a más de 300 escritores de habla hispana y portuguesa, y a las más prestigiosas editoriales en los países latinos.

En su nómina figuran varios premios Nobel de Literatura, como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, así como Pablo Neruda, Vicente Aleixandre, Miguel Ángel Asturias y Camilo José Cela. Y escritores reconocidos como Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Augusto Roa Bastos, Juan Carlos Onetti, John le Carré, Ana María Matute, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Juan Goytisolo y Alfredo Brice Echenique, entre otros.

El reconocimiento a la “súper agente” fue unánime ayer entre escritores y editores, quienes expresaron su pesar en la redTwitter, donde su fallecimiento se convirtió rápidamente en uno de los trending topics del día.

“Carmen Balcells revolucionó la vida cultural española al cambiar drásticamente las relaciones entre los editores y los autores de nuestra lengua. Gracias a ella los escritores de lengua española comenzamos a firmar contratos dignos y a ver nuestros derechos respetados”, escribió Vargas Llosa en su artículo del diario español El País.

“Además, fue mucho más que una agente o representante de los autores que tuvimos el privilegio de estar con ella. Nos cuidó, nos mimó, nos riñó, nos jaló las orejas y nos llenó de comprensión y de cariño en todo lo que hacíamos, no sólo en aquello que escribíamos”, apuntó el novelista.

Una de sus últimas apariciones públicas tuvo lugar el pasado 16 de marzo, en el gótico Salón de Ciento del Ayuntamiento de Barcelona, para asistir a la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad, a título póstumo, al escritor Gabriel García Márquez.

Balcells nació en Santa Fe de Dalt, un pueblo de la provincia de Lérida (noreste), en el seno de una familia de propietarios rurales. Estudió en un colegio de monjas teresianas y, más tarde, se graduó en Comercio.

Trabajó de secretaria en una oficina de Barcelona, a finales de los años 40 de la pasada centuria. El poeta leridano Jaume Ferran la puso en contacto en 1955 con personalidades de este ámbito, como los hermanos Ferrater, Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Juan Goytisolo y Josep Maria Castellet.

De este modo, la catalana empezó a trabajar en la agencia literaria ACER, propiedad del escritor rumano exiliado Vintila Horia y que representaba a autores extranjeros en España.

Esta situación duró hasta que Horia ganó el Premio Goncourt, en 1960, y decidió vender la agencia y trasladarse a París, por lo que Balcells se hizo cargo de sus representados y se estableció por su cuenta y riesgo.

Desde la creación, en 1960, de la Agencia Literaria Carmen Balcells, la firma gestionó más de 50 mil contratos, siendo Luis Goytisolo el primer autor español que representó. Y fue pionera en los años 70, cuando consiguió acabar con los contratos vitalicios y otras tiranías editoriales e imponer las cláusulas de cesión por tiempo limitado de un libro.

Balcells también fundó en 1981 la agencia RBA, de servicios editoriales, junto a Ricardo Rodrigo y el editor Roberto Altarriba; pero la abandonó cuando sus socios pasaron a convertirse en directivos en Planeta-De Agostini, porque consideró que su posición en la editorial era incompatible con su condición de agente literaria.

Balcells anunció en mayo de 2000 su retirada, aunque en 2008 volvió a hacerse cargo de la agencia, que había perdido esos años a algunos escritores importantes. A finales de 2013, eligió al joven gestor cultural Guillem d’Efak para que la sustituyera al frente de la agencia.

En 2010 vendió por tres millones de euros su codiciado archivo al Estado español, con lo que correspondencia privada, borradores, primeras ediciones, fotografías y bibliografías completas de autores esenciales en lengua española pasaron a formar parte del patrimonio público.

En mayo de 2014, la Agencia Carmen Balcells y el estadunidense Andrew Wylie, el agente más influyente del mundo en lengua inglesa, anunciaron la fusión de sus dos compañías para crear una agencia internacional denominada “Balcells & Wylie”, un proceso que no se concretó.

La muerte de Balcells deja en el aire el futuro de su agencia, después de que no haya prosperado la alianza con Andrew Wylie, que hace unas semanas anunció la creación de The Wylie Agency España, y de que abandonara la agencia literaria barcelonesa el que estaba llamado a ser sucesor, Guillem d’Efak-Ferré.

TODA UNA EMPERADORA

El escritor Eduardo Mendoza, “mudo” al conocer la noticia de la muerte de Carmen Balcells, subrayó que la agente literaria había construido “algo equivalente al Imperio Romano”.

En una carta pública, Mendoza dijo que “sin otro material que la inteligencia, la energía y la entrega (Balcells) construyó algo equivalente al Imperio Romano y lo mantuvo día a día y piedra a piedra”.

Quien la conoció en 1965, añadió que ahora no es el momento de la historia ni de la valoración ni del elogio, sino del “desconsuelo”.

El editor de Anagrama, Jorge Herralde, quien conocía a Balcells desde hace 50 años, destacó que “hasta el último momento ha estado en pie de guerra y, nunca mejor dicho, con las múltiples conversaciones sobre las asociaciones o ventas de su agencia literaria”.

Señaló que la catalana “asumió un protagonismo muy destacado en el sector, ayudó a muchos autores e introdujo unas prácticas en la edición en España para que los editores tuvieran unos contratos menos feudales con los autores”.

El escritor Javier Cercas recordó por su parte que “la conocía de toda la vida”, y reconoció que “Carmen Balcells ha cambiado la industria editorial, la literatura”.

A juicio del autor de Soldados de Salamina, más allá de centrar el protagonismo en los autores, Balcells “inventa el oficio”.

Y Rosa Regàs, que estuvo representada por la Agencia Balcells hasta 2012, detalló que la agente “será recordada por haber sido la persona que rescató los derechos de autor” y “si los autores adquirieron protagonismo fue porque consiguió que se pagaran y se tuvieran en cuenta los derechos de autor”.

 

LOS ELEGIDOS

Balcells promovió la obra de reconocidos narradores, entre ellos seis premios Nobel:

–          Vicente Aleixandre

–          Miguel Ángel Asturias

–          Pablo Neruda

–          Gabriel García Márquez

–          Camilo José Cela

–          Mario Varlas Llosa

–          Ana María Matute

–          Julio Cortázar

–          Carlos Fuentes

–          Augusto Roa Bastos

  • Juan Carlos Onetti

–          Juan Goytisolo