Adolescencia y salud sexual

La adolescencia es una etapa de la vida que requiere de información objetiva para facilitar la toma de decisiones de manera libre e informada en materia de salud sexual y reproductiva, medidas de prevención y de autocuidado, sexualidad, conductas de riesgo, anticonceptivos, embarazos no planeados, relaciones de pareja y derechos sexuales.

De los 6 mil 100 millones de personas que habitan el planeta, mil 700 están conformados por adolescentes y jóvenes. En México, de acuerdo con el censo del año 2000 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), existen poco más de 20 millones de adolescentes, es decir, representan el 21.3 por ciento del total de la población que asciende a 104.8 millones de habitantes.

El censo revela que las y los mexicanos en etapa de adolescencia y juventud suman 29.7 millones.

De estos 20.7 son adolescentes de entre 10 y 19 años de edad y los nueve restantes se conforman por jóvenes de 20 a 24 años.

En su mayoría se concentran en medianas y grandes urbes de ocho entidades de la República Mexicana con áreas urbanas más densas.

De acuerdo con el estudio La transición epidemiológica de las y los adolescentes en México, publicado por la Secretaría de Salud en 2003, entre el 35 y 40 por ciento vive en hogares de extrema pobreza.

En lo que se refiere a la educación se tiene que al llegar a los 19 años cerca del 89 por ciento de adolescentes han dejado de estudiar principalmente por motivos económicos y falta de acceso en su localidad, y del total 97 por ciento sabe leer y escribir.

Respecto al empleo, los adolescentes forman una parte importante de la población económicamente activa. Para el año 2000 los hombres menores de 19 años que participan en el mercado laboral son cerca del 44 por ciento del total de ellos y las mujeres 24 por ciento de ellas de un total de 35.8.

La salud sexual y reproductiva de los adolescentes

El acceso a los servicios de salud en la población es medido a través de la cobertura de la seguridad social. A escala nacional, la derechohabiencia es del 40 por ciento y para adolescentes de entre 10 y 19 años de edad es únicamente de 35.6 por ciento.

No obstante, la inexistencia de datos confiables sobre el uso de estos servicios, el Sistema de Información en Salud para Población Abierta 2000 indica que el 7 por ciento de las consultas externas de primer nivel de atención nacional es demandada por población de entre 10 y 19 años de edad.

Según la definición hecha por la Organización Mundial de la Salud, la salud sexual es la integración de los elementos somáticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser sexual, por medios que sean positivamente enriquecedores y que potencien la personalidad, la comunicación y el amor.

Vicente Díaz Sánchez, director de la Fundación Mexicana para la Planificación Familiar (Mexfam), señala que la edad promedio en la que las y los adolescentes inician su vida sexual es a los 15.2 años, lo que a su vez conlleva a que anualmente se registren cerca de 25 mil embarazos en mujeres menores de 19 años que terminan en abortos y representan el 10 por ciento de los que se detectan a nivel nacional.
En el país, de acuerdo con datos de las autoridades del sector salud, en el año 2000 se registraron cerca de 366 mil nacimientos en madres menores de 19 años que representan el 17 por ciento del total. Al respecto, los expertos afirman que la prevención del embarazo no planeado “continúa siendo un desafío prioritario en salud reproductiva, pues no sólo implica riesgos debido a la fecundidad precoz, sino porque las pautas de procreación en la adolescente pueden limitar su desarrollo personal”.

Factores y conductas de riesgo en la adolescencia

El factor de riesgo puede entenderse como la presencia de una característica o circunstancia cuya presencia aumenta la posibilidad de que se generen conductas capaces de producir daños o resultados no deseados. La más común en la adolescencia es la adicción a las drogas, tabaco o alcohol.

La falta de información adecuada en materia de salud sexual conlleva a que en esta etapa de la vida una de las conductas más riesgosas sea la práctica de relaciones sexuales sin protección, que pueden llevar a Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) incluido el VIH/sida así como a embarazos no planeados.

Diversos estudios demuestran que la utilización de anticonceptivos y condones es más constante si se tiene conocimiento de ellos antes de la primera relación sexual además de que no se promueve el inicio más temprano de la vida sexual activa.

Farmacia Joven, programa de prevención para adolescentes

En Guanajuato autoridades de salud estatales y federales en conjunto con
organizaciones no gubernamentales pusieron en marcha el programa denominado Farmacia Joven: seguridad y protección a tu alcance, cuyo objetivo es mejorar la información sobre los métodos anticonceptivos y fomentar su uso entre la población adolescente sexualmente activa de esa ciudad.

El proyecto inició formalmente en marzo de 2003 con un presupuesto de poco más de 200 mil dólares y consiste en capacitar a dependientes de farmacias privadas para que brinden información sobre sexualidad bajo un esquema de amabilidad y confidencialidad. Hasta el momento se tienen afiliados a 22 establecimientos con 40 trabajadores capacitados y cuenta con la participación del Consejo Estatal de Población, del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) y del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Samuel Santoyo Haro, coordinador de Celsam México explicó a NotieSe que la elección de Guanajuato como punta del proyecto se debió a que es el municipio de la entidad con el mayor porcentaje de adolescentes con elevada actividad sexual, en su mayoría estudiantes que acuden y residen en la capital de lunes a viernes en tanto que los fines de semana regresan a sus lugares de origen.

En un recorrido por los establecimientos participantes se constataron eficiencias en la información otorgada por algunos farmacéuticos. Tal es el caso de Pedro Moncada Torres, propietario de la farmacia La Embajadora, quien al solicitarle pastillas de anticoncepción de emergencia habló de moral y recomendó “platicar con la familia sobre el tema para evitar arrepentimientos posteriores”, en torno al uso del condón no supo explicar cómo se usa y los diversos tipos que existen.

Por su parte, Mónica Rivera Torres, epidemióloga de la Secretaría de Salud local informó que en el estado existen 1 millón 61 mil adolescentes, de los cuales 21 mil 666 residen en la capital. En cuanto a los embarazos indicó que durante el año 2003 se registraron 277 mil 964, de estos el 19.1 por ciento ocurrieron entre adolescentes. Al ser cuestionada sobre aspectos básicos del programa, Rivera Torres dijo desconocerlos a pesar de que en la presentación a los medios fungió como representante de la dirección general de esa dependencia.

Desconfianza en el sector salud

En 2002 Mexfam efectuó una encuesta entre 4 mil 300 adolescentes de diez estados del país, poco más del 84 por ciento dijo estar de acuerdo con el uso de métodos anticonceptivos. De éstos el 99.7 por ciento externó haber escuchado hablar del condón a la vez que el 47 por ciento reveló que utilizó alguno durante su primera relación sexual, lo que desde el punto de vista del doctor Díaz Sánchez, constituye un problema de acceso, además sobresalió el hecho de que el 90.6 por ciento los adquirió en farmacias y sólo el 1.8 por ciento acudió a surtirse a dependencias del sistema nacional de salud.

Al respecto, Marco Antonio Olaya Vargas, director de Planificación Familiar del Centro Nacional de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud, minimizó los comentarios referentes a que las autoridades están siendo rebasadas en el cuidado de la salud sexual, pues “no es únicamente esta dependencia la obligada a proporcionar servicios de salud, también es tarea de las organizaciones civiles y de la iniciativa privada”. Atribuyó la baja asistencia del público adolescente a los servicios proporcionados por el Estado “a un sensación de invulnerabilidad y al temor de verse exhibidos en medio de una sociedad conservadora”.

En su participación, Elia Lara, directora general de la Secretaría de Salud de Guanajuato, dijo a esta agencia que Farmacia Joven es un proyecto bien visto por las autoridades ya que “las instituciones públicas tienen una falta de recursos no sólo en salud sino en todos los rubros, hemos sido rebasados, y así lo vamos a estar siempre, en todos los ámbitos por los ciudadanos e iniciativa privada por lo que ahora nos corresponde coadyuvar y buscar vínculos con la sociedad”.

La funcionaria aceptó el mal funcionamiento de los programas de planificación familiar y educación sexual “no sólo en Guanajuato, sino en todo el país”, y se dijo convencida de que sólo a través del trabajo en conjunto se podrá llegar a los grupos poblacionales que por causas de infraestructura y recursos hasta hoy día están fuera del alcance gubernamental.
Una de las características del proyecto Farmacia Joven es que está dirigido exclusivamente a la población heterosexual, pues de acuerdo con las autoridades de Guanajuato “es la práctica que en su mayoría se realiza”. No obstante durante la presentación del programa se mencionó que uno de los objetivos principales era el prevenir nuevos casos de VIH/sida entre los adolescentes, en el plano operativo no existe una estrategia que combata la expansión de la epidemia en el sector de los hombres que tienen sexo con hombres.

Acceso a métodos anticonceptivos, una tarea pendiente

En México los derechos sexuales y reproductivos están basados en la Constitución Política y son reconocidos por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, garantizan una libre toma de decisiones sobre sexualidad y reproducción así como acceso a la información y servicios de salud sexual.

De acuerdo con datos del manual La salud sexual y reproductiva en la adolescencia: un derecho a conquistar, editado por el Celsam y el UNFPA, el bienestar reproductivo se refiere a “la capacidad de disfrutar una vida sexual satisfactoria sin riesgos y de procrear, la libertad para decidir hacerlo o no, cuándo y con qué frecuencia”. El documento agrega que en México el 64 por ciento de las mujeres en edad reproductiva de 15 a 19 años con vida sexual activa, no usa métodos anticonceptivos y enfatiza que sólo el 34 por ciento de este sector de la población los utilizó durante la primera relación sexual.

Por lo anterior, autoridades y organizaciones civiles coinciden en la importancia de mejorar el acceso a información confiable y métodos anticonceptivos para los adolescentes con el fin de disminuir el número de ITS y embarazos no planeados, así como para que decidan qué modelos escoger, cómo comportarse, cómo ejercer sus derechos y asumir cómo compartir sus necesidades.