El primer Papa americano pisará Estados Unidos pasando antes Cuba, el primer país que declaró el socialismo en América Latina.
Para el gobierno del cuasi converso Raúl Castro, el viaje es “un acontecimiento histórico”. Castro, que asistirá a todas las misas de Francisco en Cuba, y también estará presente, el 25 de septiembre, en la intervención del Papa en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, en estas fechas terminará de convertirse.
El Pontífice oficiará tres misas en Cuba: en La Habana, el día 20; en la ciudad de Holguín el 21 ; y en el Santuario de El Cobre el 22, ahí donde está la Virgen de la Caridad, patrona de la isla hará una condena pública al embargo contra Cuba. Luego volará a Estados Unidos donde el Presidente Obama, de quien honestamente no se puede esperar más, puede darle la ‘bienvenida’ al lado de a una monja pro aborto, un Obispo Episcopal gay y a un grupo de activistas LGTB «católicos”.
Francisco pisará tierra Americana pero mantendrá, como es su costumbre, la mirada en lo alto y es por ello que el viaje, de ante mano lo sabemos será un éxito. Ni siquiera saber que Michael McCaul, presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, afirmó que fueron informados por el Servicio Secreto sobre la amenaza contra el Papa durante su viaje a USA, hará que las cosas cambien.
Estamos en otro nivel, nada que ver con lo que acostumbramos ver. No se trata solo de un líder internacional de grandes proporciones, ni de un líder mediático indiscutible, ni mucho menos de un fenómeno de la mercadotecnia que robe espacios mediáticos en búsqueda de votos y simpatías.
Francisco es ante todo un hombre de Dios, una persona de carne y hueso con los pies bien puestos en la tierra pero la mirada siempre en el cielo. No acierto a explicarlo bien pero quizá tres historias recientes nos ayuden a entender mejor ante quien estamos parados.
Desde hace unos días el Papa Francisco lleva consigo,con profundo dolor pero también con esperanza en Dios la cruz de un sacerdote degollado en Irak.
Hace apenas una semana Francisco contó en Roma a unos jóvenes que se avergonzaba de sus pecados, «Todos -explicó- somos pecadores, pero no en teoría, en práctica: yo recuerdo mis pecados y me avergüenzo, pero el Señor nunca me ha dejado solo, ni siquiera en los momentos oscuros de la tentación y del pecado».
Finalmente Janette Ojeda, una mexicana madre de un niño de cinco años con una cruel enfermedad degenerativa. Cuando el Papa Francisco conoció de su caso la sorprendió llamándole por teléfono, no una, sino tres veces, hasta acordar su participación en una Misa del Papa; “la homilía fue muy especial porque hablaba sobre la esperanza. Yo sentía que el mensaje estaba dirigido a nosotros”, explico la mexicana.
Tres historias breves que pueden ayudar a entender mejor ante quien estamos parados.
Finalmente y solo para información del Sr Trump, de los 18 discursos que el Papa dará en EEUU, sólo 4 serán en inglés. El resto, en español.
