«La política y los buenos reflejos»

Todavía no se sabía bien a bien lo que había sucedido con un grupo de turistas mexicanos residentes  en Guadalajara que habrían sido atacados por fuerzas militares egipcias, en lo que constituye un hecho inédito, y ya se encontraba de viaje a ese país la canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, por instrucciones (se dijo) del Presidente de la república. Ya veremos que resulta de su visita y de sus gestiones pero, por lo pronto, conviene reflexionar sobre el hecho de que en esta ocasión, el gobierno haya actuado con buenos «reflejos».
Se dice que la información no fluía como debía y que a nuestro embajador allá se la estaban negando facilidades para cumplir con su deber, lo que motivó al gobierno mexicano a decidir que la Secretaria de Relaciones Exteriores saliera para allá de inmediato, acompañándose de algunos familiares de las víctimas. Independientemente de aquello que se obtenga de aquel país, no me queda duda de que los familiares de las víctimas de ese acto reprobable en todos sentidos, se deben sentir cobijados y amparados por un gobierno  que se ha solidarizado de inmediato, con hechos y no con palabras, y los han acompañado física y no solo moralmente hasta ese país, llevándolos en el mismísimo avión presidencial.
Coincido con lo que se afirma en la frase del antetítulo de esta columna, especialmente cuando de política o del ejercicio del gobierno se  trata. El verdadero arte de gobernar, se caracteriza en buena medida, por los buenos reflejos que permitan al gobernante o al político en general reaccionar con agilidad, asumiéndose responsablemente como el mandatario que es de la voluntad popular. Esto resulta especialmente importante cuando se trata de actuar en favor de una víctima o de sus familiares, al haber sufrido alguna agresión o al haber sido lastimados sus derechos.
Me he referido recurrentemente a la necesidad de que el gobierno de Enrique Peña Nieto, se pronuncie ahora enfáticamente en favor de un «pacto»» con los ciudadanos. Que despliegue todos los elementos a su alcance para construir una alianza con todas aquellas organizaciones de la sociedad civil que ya llevan a cabo luchas por las causas más elevadas que puede haber. Y que con ellas a su lado, pueda obtener mejores resultados de su gestión. Y dicha alianza, pasa necesariamente con la solidaridad con cada ciudadano agraviado.
Yo supongo que mis lectores coincidirán conmigo cuando afirmo que el hecho de que organizaciones como Mexicanos Primero lleva a cabo tal activismo en el tema educativo, es un gran refuerzo a los propósitos que se persiguen con la reforma educativa y un apoyo invaluable a cada una de las acciones que se llevan a cabo para implementarla. Todo lo contrario a lo que algunos pudieran pensar en cuanto a que es un dolor de…estómago, para el gobierno de la república.
En temas como el que nos ocupa hoy o como los relacionados con los Derechos Humanos, es imperativo que el gobierno entienda que los activistas de estos temas son naturalmente sus aliados y no sus enemigos y que proceda, como afortunadamente veo que lo está haciendo, en una nueva forma de encarar su tarea, Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación, poniéndose al frente de ellos, en vez de buscar constituirse en un dique que los contenga. Es mucha y muy valiosa la energía o la vitalidad que se contiene dentro de todas esas organizaciones civiles y quien la sume, se fortalecerá considerablemente. Y como se dice popularmente, «obras son amores y no buenas razones». Obras y acciones como reaccionar y responder como se ha hecho en este lamentable acontecimiento.
Hoy, como se suele decir, «a toro pasado» yo creo que todos estamos de acuerdo en que las cosas hubieran sido muy diferentes en el caso de los muchachos de Ayotzinapa, si el equipo de gobierno no hubiera tomado tanto tiempo para reaccionar. Si desde un principio se hubiera puesto al lado de los afectados y con ellos, hubiera actuado desde un primer momento.
Sin lugar a dudas, este evento en Egipto pone a prueba a la nueva Canciller, a unos cuantos días de haber sido designada y es oportuno señalar que no la tiene nada fácil por allá. Considerando que nuestros connacionales han sido víctimas de un acto tendiente a combatir el terrorismo de islamistas, me parece difícil que podamos sumar como quisiéramos, el apoyo y las simpatías de otros países para obtener la reivindicación que nos corresponde exigir. Considerando que los terroristas a los que se combate son el enemigo público número uno del mundo desarrollado, me suena complicado que otros países interesados señalen y condenen el error y sugieran cualquier tipo de moderación en esta lucha anti terrorista. Especialmente, si llegara a comprobarse que lamentablemente, se encontraban en territorio restringido para el turismo.
En lo personal, no me sorprende que la Canciller ande por allá. Tuve la oportunidad (como la tuvieron los participantes de ese sector), por mi relación con el Turismo, de observar su quehacer de cerca y la forma en que con sensibilidad y audacia, se metió en todos los temas, por desconocidos que le fueran y sumó al Presidente de una manera en que ninguno de sus antecesores lo habíamos conseguido. Creo que bien se le califica por ahí como un miembro de esa especie que en política se conoce con el apelativo en inglés  de «power people» Y viéndola actuar ahora, con esos reflejos, me atrevo a pensar que más que un premio, bien puede ser que en esta posición, pueda ser mejor aprovechada.
Mi solidaridad sincera con los familiares de cada una de las personas que han sido víctimas de este abominable y desafortunado episodio,  que  enluta a todo el país.