Abandonan salas de lectura en Jalisco

El Programa Nacional Salas de Lectura pierde fuerza en Jalisco. Al principio de 2013, la Secretaría de Cultura estatal, que funge como el enlace de este proyecto federal nacido hace 20 años, contabilizó 218 espacios. Sin embargo, en julio pasado los trabajadores de la Red Estatal de Bibliotecas comprobaron que en todo el Estado sólo 125 salas funcionan en la actualidad.
El director de Desarrollo Cultural y Artístico de la Secretaría de Cultura de Jalisco, Juan Vázquez Gama, argumenta que la falta de recursos provoca que para la dependencia sea difícil supervisar permanentemente el funcionamiento de todas las salas de lectura que hay en la Entidad. Considera que la reducción de estos espacios se debe también a que los mediadores —quienes ceden su tiempo y habilitan un espacio por iniciativa propia y sin remuneración alguna— dejan de reportar las actividades que realizan y por lo tanto quedan fuera del radar.
El problema no termina ahí. Los 13 paralibros que hay en Jalisco también están inutilizados. Para que sigan funcionando, la Secretaría de Cultura prevé reubicarlos y los ofrecerá en adopción a alguna institución gubernamental, que se hará cargo de ellos.
Esta situación ocurre en un momento en el que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) se prepara para dar a conocer en breve la Encuesta Nacional de Lectura 2015 y evalúa el impacto que tiene en México el Programa Salas de Lectura, considerado por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc) como un programa modelo para difundir este ejercicio intelectual.
Tessie Solinís, encargada del área que fomenta esta actividad en niños y jóvenes de la Biblioteca Pública del Estado, comenta que es necesario que el Programa Nacional Salas de Lectura revise la calidad del trabajo que hacen los mediadores, las actividades que ofrecen y el acervo con el que cuentan.
Héctor Aguilar, mediador desde hace ocho años, resalta la recurrente profesionalización de los mediadores; “impuesta desde arriba”, alejó a los participantes con más experiencia, ya que los obligó a cambiar su actividad casi natural por formas rebuscadas de animar la lectura.
“Empezaron a dudar, a desenamorarse”.
El 28 y 29 de agosto se realizó el Encuentro Estatal de Mediadores de Salas de Lectura organizado por la SC en el que se dieron cursos.