Gyrokinesis; ejercicio que alivia los dolores

¿Te gustaría mantenerte en forma, ganar energía y fortalecer los músculos sin ponerte de pie? Eso es lo que puedes lograr con gyrokinesis, técnica que combina las virtudes de yoga, danza, gimnasia y tai chi (incluso, también de natación) para dar como resultado una nueva forma de ejercitarse mientras permaneces sobre un banco o una silla.
Por la salud de las articulaciones
Quienes practican gyrokinesis realizan movimientos en círculo o espiral que activan no sólo los músculos, también funcionan como ejercicios para las articulaciones, con una serie de rutinas (pueden tomar 50 a 90 minutos, aproximadamente) que los llenan de energía y bienestar.
Esta joven disciplina es parte de un sistema completo (Gyrotonic Expansion System) creado a finales de la década de 1970 por el bailarín húngaro Juliu Horvath, quien luego de sufrir algunas lesiones a lo largo de su carrera profesional (rotura del tendón de Aquiles, entre ellas), se propuso identificar los movimientos que actuaran como una terapia contra las molestias físicas que tanto le aquejaban y, al mismo tiempo, facilitaran la corrección de postura de su organismo.
Ejercicios de gyrokinesis
Las clases de gyrokinesis trabajan el cuerpo en su totalidad a través de diferentes movimientos naturales de la columna vertebral: Al frente, atrás, lado derecho e izquierdo, torsión y circular, de manera que el trabajo no supone estiramientos forzados o giros bruscos que a la larga conduzcan a lesiones. Por el contrario, las sesiones constantes con movimientos que se no van más allá del rango o punto donde la persona experimenta alguna restricción, evitan dolores y estimulan el fortalecimiento muscular y articular.
Una de las ventajas de esta técnica es que puede practicarse mientras se está sentado en un banco o silla (a diferencia de la metodología Gyrotonic que requiere equipo completo, incluyendo poleas), lo cual permite que cualquier persona pueda llevarla a cabo (incluso, estando en la oficina), desde el gran atleta hasta jóvenes con alguna discapacidad física.
Además, incorpora técnicas de respiración que brindan ritmo y fluidez a cada grupo de ejercicios, lo cual da sensación de estar participando también en una clase de danza o gimnasia rítmica.
Al mantener una práctica regular, los beneficios del gyrokinesis poco a poco se hacen evidentes: el individuo mejora la movilidad física, estimula la capacidad de regeneración del cuerpo e incrementa el flujo sanguíneo y la oxigenación. En conjunto, el practicante obtiene sensación de bienestar y vitalidad, además de terminar cada rutina convencido de que el estrés ha quedado fuera de su organismo, como el que se experimenta mientras pasa varias horas sentado frente a la computadora en el trabajo, o manejando largos trayectos.
Gyrokinesis: rutinas sencillas
Por lo general, las clases se ofrecen a grupos de tres o más personas, aunque una vez aprendidos los movimientos básicos, pueden practicarse en la comodidad del hogar, en el asiento de la oficina, ¡o en la escuela!
El objetivo de los ejercicios de gyrokinesis es llevar a cabo rutinas cada vez más vigorosas y sofisticadas, pero al mismo tiempo sencillas, por lo que cualquiera puede verse beneficiado por ellas. En este sentido, es importante señalar que se trata de un sistema que favorece a chicos y grandes por igual; es muy recomendable, por ejemplo, para adolescentes que requieren fortalecer su desarrollo psicomotor, mientras que los adultos mayores protegen el funcionamiento de músculos y articulaciones al llevarlo a cabo.
A propósito, la relación gyrokinesis y embarazo es aconsejable, ya que mientras se espera la llegada del bebé, se pueden practicar los ejercicios circulares sin riesgo de afectar la salud, es decir, al estar sentada en un banco (de poca altura), la embarazada puede mantenerse activa, llena de energía y fortaleciendo sus articulaciones.
Cabe señalar, sin embargo, que al incorporar movimientos de la columna vertebral, es recomendable que personas con severos problemas de espalda consulten al médico antes de iniciarse en el mundo del gyrokinesis.
Ejercicios circulares y en todas direcciones
Para comenzar, se realizan movimientos de calentamiento de forma lenta, estimulando la función neuromuscular, para avanzar hacia rutinas más vigorosas que favorecen la capacidad aeróbica (respiración intensa) y cardiovascular del organismo.
El objetivo es que la columna vertebral logre la máxima flexibilidad y resistencia posible, a fin de enfrentar situaciones de estrés y evitar lesiones. Para ello, es importante que la persona aprenda a establecer conexión profunda con su respiración (inhalando y exhalando profundamente) mientras experimenta sensación de calma, vigor y bienestar.

Sentados en bancos o taburetes, los practicantes movilizan la espalda y pelvis a través de una serie de arcos, curvas, flexiones, torsiones y espirales con brazos y piernas (extendidos) y la parte alta del tronco; estos patrones de movimientos son expandidos para soltar los músculos en toda dirección posibles (frente, atrás, lado, espiral y circular).

Los expertos recomiendan realizar las rutinas de gyrokinesis 2 ó 3 veces por semana, e ir aumentando la frecuencia conforme ganan flexibilidad y fortalecen su columna vertebral.

Seguro de que los beneficios de esta técnica son tan numerosos y evidentes, el creador de gyrokinesis confía en que pronto se convierta en un sistema que se aplique en clínicas y hospitales para fortalecer la flexibilidad de las personas mediante movimientos simples, accesibles y repetidos, e incluso, se incorpore a las terapias de rehabilitación para pacientes con alguna discapacidad física.