La misericordia es la respuesta que el Papa Francisco pidió a los católicos hacia los inmigrantes y los refugiados, al elegir el título de la próxima jornada mundial que la Iglesia dedicará a ese tema.
La sala de prensa del Vaticano informó que «Migrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del evangelio de la misericordia» fue la frase seleccionada por el Pontífice para -entre otras cosas- redactar un mensaje dirigido a todos los fieles.
«Se quiere hacer presente la dramática situación de tantos hombres y mujeres obligados a abandonar las propias tierras. No se deben olvidar, por ejemplo, las actuales tragedias del mar que tienen por víctimas a los inmigrantes», indicó la Santa Sede.
En una nota estableció que ante el «riesgo evidente» que este fenómeno sea olvidado, el Pontífice optó por presentar el drama de los inmigrantes y refugiados como una realidad que debe hacer reflexionar a todos.
El texto llamó a no caer en la «indiferencia que humilla», en la «costumbre que anestesia» el ánimo e impide descubrir la realidad del cinismo que destruye.
«Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanos privados de la libertad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de ayuda», indicó.
«Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que a menudo reina soberana para esconder la hipocresía y el egoísmo», apuntó.
Estableció que la Iglesia está siempre llamada a anunciar la liberación de cuantos «son prisioneros de las nuevas esclavitudes de la sociedad moderna».
Entre otras cosas el Vaticano propuso que, con motivo de la próxima Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, que se celebrará el 17 de enero de 2016, los católicos del mundo se involucren en actividades concretas de atención hacia estas personas.