Revuelo en las calles

Según la CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social) en dos años, la pobreza en México creció en 2 millones de personas (de 53.3 a 55.3 millones) pero hubo estados en donde creció mucho más…ah! Entonces, mal de muchos consuelo de…
Los estados en donde se incrementó son: Morelos, Veracruz, Michoacán, Estado de México y Oaxaca; no está San Luis Potosí pero si estamos entre los más corruptos del país.
Ahora vamos a deducir ¿Qué pasa cuando las personas empiezan a tener necesidades mayores a las habituales; cuando en casa ya no alcanza para mantener a una familia de más de cuatro integrantes, cuando los niños lloran por hambre y se enferman de anemia y desnutrición y no hay para resolver esos problemas? ¿Cuándo hay quienes sueñan con ir a la escuela y prepararse para algún día salir y sacar a su familia de esa pobreza? Los primeros pensamientos son de frustración, de coraje, de rencor.
Se incrementa la violencia, los robos, las estafas y toda clase de delitos relacionados con obtener dinero; se le asigna más presupuesto a los programas de seguridad pero a sus policías no se les prepara ni se les incrementa el sueldo como para enfrentar al narco millonario. ¿Qué pasa?
Todo se vuelve un círculo vicioso, como la corrupción de sus funcionarios al frente de algunas de estas áreas. Queremos que se acabe el delito, pero no se piensa en programas que ataquen este mal desde la niñez; se reduce más el presupuesto para deporte, cultura, educación y salud; entonces ¿cómo hacer frente a esa pandemia llamada pobreza? Siempre hemos dicho que tenemos que estar unidos, organizados e informados los ciudadanos para hacer frente a lo que no nos gusta, pero aquí el único organizado es el crimen y ahí está la prueba de que cuando tenemos una buena planeación las cosas sí funcionan.
¿Se lee fuerte verdad? Se siente una gran impotencia el saber que nuestros niños y niñas crecen cada día con mayores diferencias de educación y que las carencias están llevando a más jóvenes a encontrar dinero por el lado más terrible; porque de ninguna manera es dinero fácil, cuesta su dignidad, su salud, su vida y la de muchos. Pero sobre todo debería costar la conciencia de quienes orillan a que esto suceda; estos son los verdaderos problemas.
Nuestro San Luis cada día se está viendo con más manifestaciones, con más paros laborales y marchas de todo tipo para hacer manifiesto el descontento con nuestros gobernantes; unos y otros se echan la pelotita.
A escasos días de terminar la administración gubernamental, en los ayuntamientos y en el Congreso, esto se ha incrementado. Claro que hay muchas luchas que valen la pena y por las que debemos pelear, pero vamos haciéndolas con inteligencia; mucha gente que va en el borlote ni siquiera sabe qué están pidiendo, pero como ya les dieron para su refresco y una torta que calmará el hambre de toda una familia completa, entonces se los llevan a marchar y gritar consignas contra quien sabe quiénes serán esos nombres.
¿Qué falta, Educación?Pues vamos a hacer señores y señoras un análisis de lo que tenemos, cómo lo estamos haciendo e implementar nuevas líneas de acción si esas ya no nos funcionan; hay muchos países que han ejecutado nuevos modelos, volteen a verlos, ni siquiera hay que inventar el hilo negro si no les gusta pensar y trabajar.
¿Por qué no hacer la prueba? Tenemos varios ejemplos, unos buenos y que han cambiado totalmente la vida de millones de personas; otros con medidas más drásticas pero que finalmente han calmado los revuelos callejeros; hay que hacer GESTIÓN señores y señoras electas, hay que buscar cómo hacer rendir más lo que tenemos e incrementarlo; es lo mismo que sucede en sus negocios y en sus casas, pues hay que hacerlo para esta gran casa que es San Luis y para esta gran familia que es México.
Tanto nos admira saber y ver la vida de los países de Europa, de Asia; tampoco para ellos fue fácil y han pasado aún más guerras que nosotros; ¿o que es lo que necesitamos? ¿Acaso esas guerras para entender? Pero qué necesidad, como dice la canción.
Ojalá en verdad nos pongamos las pilas nosotros como ciudadanos ciudadanas y seamos nosotros quienes en estas próximas fechas de toma de protesta de los nuevos funcionarios y gobernantes juremos servir y hacer servir la constitución y todo lo que de ella derive, para que sea a nosotros y nosotras mismas quienes nuestras familias nos lo demanden y ya no a tantas administraciones de servidores que solo buscarán nuevamente el enriquecimiento personal y el hundimiento ciudadano.
No más marchas, no más manifestaciones; queremos solución a tantos temas sin llegar a la necesidad de acabar con nuestra ciudad y nuestro patrimonio cultural, que es el que sufre las desbandadas de pseudo activistas que sólo buscan aprovecharse de la gente con hambre y con la ilusión de que este país cambie.
Nos leemos en la próxima amigas y amigos…¡hasta entonces!