EPN: primeras claves de sucesión presidencial

La primera novedad sobre los cambios en el escenario político después de la alternancia del 2000 y de la restauración del 2012 se está viendo en el proceso político que define un sexenio: la sucesión presidencial.
Si el 2018 ya comenzó, hay algunos indicios a tomar en cuenta para percibir que las cosas serán muy diferentes y adversas al PRI:
1.- El presidente Peña Nieto ha querido mantener la agenda lejos del 2018 pero las circunstancias han definido que el 2018 está determinando la agenda de la segunda mitad del sexenio cuando aún no se entrega el tercer informe de gobierno ni se completa la mitad del gobierno.
2.- Por tanto, la dinámica del 2018 va a ser animada por una oposición que aprovecha los errores del gobierno y del Presidente de la República.
3.- Los medios de comunicación, sobre todo la prensa escrita a la que los políticos daban por muerta, también va a influir en el mantenimiento de la agenda 2018. La encuesta de precandidatos presidenciales del domingo en Reforma fijó la pole de arranque.
4.- El Presidente de la República ya debe saber que carece de los instrumentos de poder para administrar el proceso del 2018. Y si opera al viejo estilo de controlar a su grupo priísta, la oposición tendrá dos años para apoderarse y empoderarse del espacio sucesorio.
5.- Los primeros datos de las encuestas, a dos años once meses de la elección, dan cuando menos un panorama general de los posicionamientos partidistas. Y el primer dato debió de preocupar a los priístas: López Obrador encabeza las preferencias; ello no quiere decir que vaya a ganar sino que deja el indicio de que la competencia presidencial tendrá que ser abierta y que el PRI ya no tendrá que moverse en la secrecía de la disciplina de partido.
6.- Un factor importante tendrá que ser tomado en cuenta: la caída de la aceptación presidencial será uno de los más importantes factores para el 2018. Por tanto, el aparato político de Los Pinos tendrá que aceptar que esa baja de popularidad fue producto de tropiezos e insuficiencias en la política de comunicación social y de desatención a las redes sociales.
7.- Si los escenarios en la oposición están más o menos claros, en el PRI se tomarán decisiones que afectarán la viabilidad del candidato presidencial priísta, quien quiera que sea. Por tercera ocasión —antes en 2000, 2006 y 2012— el PRI tendrá que ir a elecciones competitivas en las que el aparato electoral será sin duda fundamental, pero sin perder de vista que el candidato priísta tendrá que posicionarse con anticipación y competir en imagen mediática con López Obrador, Margarita Zavala, Miguel Ángel Mancera y Rafael Moreno Valle.
8.- A partir de las elecciones del pasado 7-J, el Presidente de la República y el PRI tendrán que moverse en el escenario prioritario de la elección presidencial del 2018. La falta de movilidad presidencial política en los pasados tres años será una de las desventajas del PRI porque el Presidente de la República y la carencia de una política de comunicación social permitieron el deterioro de la imagen presidencial.
El principal desafío del PRI será la selección de su próximo dirigente nacional. El error en la designación de Humberto Moreira como presidente del PRI en marzo del 2011 y el mal manejo operativo del dirigente causaron estragos en el PRI en el segundo semestre del 2011, justo en la fase más importante de la nominación de su candidato presidencial. Moreira tuvo que abandonar el PRI en diciembre de 2011 en medio de escándalos que el PRI y el principal precandidato no supieron administrar y su sucesor César Camacho amarró a un grupo pero dejó el partido al garete en una de las campañas presidenciales más encarnizadas.
El PRI podría estar cometiendo un error de estrategia al privilegiar la sumisión a la autoridad del Presidente de la República porque podría llevar al error de escoger de dirigente al más leal y no al más competente. El proceso de designación de candidato en un escenario dominado por la oposición y la precampaña-campaña presidencial. Los datos del escenario nacional de septiembre de 2014 a principios de agosto de 2015 exhibieron el desbordamiento de los estilos tradicionales de la política y la necesidad de nuevas formas políticas.
Y ahí está la clave política del sexenio: o el PRI se ajusta al escenario o tendrá sorpresas desagradables en el 2018.
Famosas últimas palabras: “No idóneos”: caracterización de la SEP del 70% de aspirantes a maestros de educación media superior.
Preguntó el de junto: ¿Irá hasta el final la SEP en evaluación magisterial, no tanto para reventar a las secciones radicales sino para reconfigurar el perfil de los profesores y con ello aumentar la calidad educativa?
La crisis que viene: Reducidos sólo a mecanismos burocráticos ineficaces ante crisis, los asesinatos de periodistas se están coinvirtiendo en un colapso social que le pega directo al gobierno federal, tenga o no la culpa. Pero se trata de otro error de la política de comunicación social del gobierno.