La vida no es fácil ni justa ni muy agradable en ocasiones pero tus hábitos y las decisiones que tomes son las que te harán una chica feliz o una muy miserable. Aunque no lo creas, varias investigaciones han demostrado que la felicidad se determina el 50% por nuestra genética, el 10% por las circunstancias de la vida y el 40% por nuestros sentimientos, actitudes y pensamientos.
Despiértate temprano: Estudios han descubierto que los que madrugan se sienten más felices y saludables que los que duermen hasta tarde. Esto, además de hacerte feliz, te ayudará a planificar mejor el día y tus pensamientos.
Busca experiencias: Las personas que intentan una gran variedad de cosas nuevas tienen sentimientos más positivos. Recuerda los momentos felices: Un estudio hecho en el 2010 demostró que la gente que tuvo que enfrentar obstáculos y superar traumas viven una vida de satisfacción y felicidad ya que valoran más lo que tienen.
Dale sentido a la vida: Una buena actitud se construye con base en el sentido que le has dado a tu vida y al camino que has decidido seguir.
Ayuda a los demás: No solamente harás que los demás se sientan mejor, sino que también mejorará tu ánimo.
Sé agradecida: La gratitud elimina las emociones tóxicas y mejora el autoestima; por eso te recomendamos recordar todas las mañanas lo que tienes y has conseguido.
Pon atención a los detalles: Cuando estás teniendo un buen día, absorbe cada detalle como una esponja y disfrútalo.
Cuida de tu salud: No es ningún secreto que el ejercicio y las endorfinas pueden hacerte feliz así que, ¿por qué no aprovecharlos?
Piensa en el futuro: Es un hecho que las experiencias nos hacen más felices que las cosas materiales así que piensa en tu futuro cada vez que sientas que tu ánimo se viene para abajo.
Concéntrate en tu autonomía: Sentir que llevas el control de tu vida es un factor importante para estar satisfecha con lo que logras y has hecho en la vida.
