Cabello débil: Por qué se produce y cómo combatirlo

La fragilidad del cabello puede tener muchas causas en la mujer: anemia, estrés, falta de proteínas, falta de minerales, menopausia, entre otras. Pero también, hay un gran condimento genético. En esta nota, especialistas explican cómo se puede combatir esta problemática a través de tratamientos dermatológicos y consejos nutricionales.
El tema del cabello débil o fino, preocupa a muchísimas mujeres. Y hay una duda que persigue a la mayoría: ¿es una cuestión genética, de la edad, o tiene que ver con malos hábitos relacionados al estilo de vida, cuidados de belleza y/o alimentación?
Adrián Acuña, tricólogo (experto en cabello), director del Instituto del Cabello, explica que todas las personas tenemos un patrón genético definido, que nos hace tener distintas características como el color de ojos, el tipo de pelo, etc. O sea que el grosor y tipo de pelo (su estructura), ya está definido en nuestros genes. Y hay ciertas características que lo identifican:
El cabello fino tiende a ser más flexible, por eso se aplasta fácilmente.
Por lo general, tiene una menor resistencia a los daños, y es más propenso al quiebre y a la resequedad.
Es difícil sujetar peinados cuando se tiene cabello fino, debido a la falta de volumen y firmeza.
A su vez, Miguel Cisterna, tricólogo diplomado, Presidente de la Asociación Argentina de Tricología, agrega que si bien es cierto que el tipo de pelo está relacionado a la genética de cada persona, hay otros casos en donde se trata de cabellos que han sufrido una gran cantidad de procesos físicos (brushings, planchas) o químicos (alisados en todas sus variantes), y el resultado es un pelo que perdió gran parte de proteínas.
“Un pelo estructuralmente débil es aquel que no resiste a la tracción normal del peinado y se corta. También aquel que ha perdido peso. Por lo general no muestra el comportamiento de una cabellera sana: brillo, movimiento y volumen”, comenta Cisterna.
Adelgazamiento capilar: Se puede entender por adelgazamiento capilar, al afinamiento o debilitamiento del cabello. Y esto puede atribuirse a un proceso natural de envejecimiento como a un deterioro estructural. ¿Cómo se explican las dos causas?
Adelgazamiento capilar como resultado del proceso natural de envejecimiento: Es el resultado inevitable del proceso de envejecimiento (y de los cambios hormonales que éste provoca). El cabello reduce su diámetro ya que su matriz interna pierde firmeza y elasticidad, debido a la falta de lípidos y aminoácidos. Como resultado, la capa externa de la cutícula se ve más delgada, y el pelo se vuelve más frágil y vulnerable a cualquier alteración. El ritmo al que cambia el cabello durante el proceso de envejecimiento varía enormemente entre personas y pueden influir notablemente los desórdenes nutricionales, enfermedades, afecciones del cuero cabelludo, entre otras.
Adelgazamiento capilar como resultado del deterioro estructural: Tiene que ver con el envejecimiento prematuro del cabello, que llega a su adelgazamiento por desgaste o deterioro. El mismo no guarda relación con la edad de la persona y es causado por influencias externas (sol, frío, humedad, ambientes calefaccionados, aire acondicionado, secadores de pelo, planchitas, alisadoras, bucleadoras, brushings, pelo atado, recogido, peinados constantes, peinados batidos, coloraciones, decoloraciones, alisados químicos, etc.). Estas agresiones que el cabello recibe a diario, generan alteraciones estructurales que lo vuelven frágil, menos resistente, sensible, quebradizo, y con tendencia a la caída.
Alimente su cabello: Recuerde que la hidratación va por dentro. Tome dos litros de agua por día.
Mantenga una dieta equilibrada en proteínas, vitaminas y minerales.
Las dietas drásticas para bajar de peso perjudican al pelo y la piel. El cabello es una proteína que necesita de aminoácidos, vitaminas, minerales y oligoelementos.
Garantizar un aporte de vitaminas del grupo B, esenciales para la salud del cabello (levadura de cerveza en polvo o comprimidos, polen de abejas). Otra opción son los suplementos dietarios con aminoácidos y vitaminas.
Establecer alguna forma saludable de control del estrés (yoga-deportes-etc.).
Cuidados indispensables para tener un pelo fuerte
Asesoramiento: Adrián Acuña, tricólogo.
Al contrario de la creencia popular de que lavarse el cabello diariamente es perjudicial, está demostrado que la higiene del cuero cabelludo es fundamental para preservarlo en un estado saludable. La falta de higiene permite los depósitos excesivos de sebo, suciedad y restos de células muertas en el cuero cabelludo. El cuero cabelludo también es piel y el hecho de poder mantenerlo equilibrado, libre de impurezas, células muertas y afecciones, generará un medio ambiente saludable para tener un cabello sano.
Utilizar siempre productos adecuados al tipo de pelo y cuero cabelludo. Elegir el shampoo en función de las necesidades del cuero cabelludo (seco, sensible, graso, con caspa, etc.) y el acondicionador en base al estado del cabello (seco, teñido, normal, etc.).
Si el cabello es frágil, evitar el lavado con agua muy caliente.
Mantener el cuero cabelludo en óptimas condiciones (libre de caspa y seborrea).