Construyendo y creciendo

Las instituciones cuyo nombre es la unión de dos verbos poderosos necesariamente son, al menos en su origen, fuertes, sólidas y de largo plazo.
Hace 9 años un joven de 21 años tuvo la sensibilidad, la decisión y el coraje de echar a andar un ambicioso proyecto para que los albañiles tuvieran la posibilidad de aprender a leer y escribir y tener acceso a una educación de buen nivel.
Hablar de los albañiles es hablar de las penurias delos artífices de la ciudad. Según INEGI en el país hay más de 2 millones 400 mil personas que se dedican a la albañilería, solamente el 5% son mujeres. El promedio de edad del albañil en México, según el mismo INEGI es de 37 años y su nivel de estudios no supera la primaria. Con largas e intensas jornadas de trabajo, con sudor y sangre levantan día a día los muros que construyen y fortalecen las ciudades.
Una mirada al gremio, también de la mano de INEGI, nos enseña que ocho de cada diez están casados, el 78.9 % son jefes de su hogar. El 22 % reside en zonas rurales, el resto en zonas urbanas. Normalmente sus viviendas, como es lógico, cuentan con sólidas paredes, techos y pisos.
De cada 100 albañiles solo 34 tienen primaria completa y 15 secundaria terminada. 47 de cada 100 no tienen estudios o no los completó; cerca de 107 mil albañiles (8.5 por ciento) declararon hablar alguna lengua indígena, cifra superior al porcentaje de población de cinco años y más que habla lengua indígena en el país (7.1 por ciento). Asimismo, de los albañiles que hablan alguna lengua indígena 1.6 por ciento no habla español.
El sueño del entonces estudiante de ingeniería, José Shabot Cherem,ya tiene escuelas en 15 construcciones. En ellas los albañiles que así lo desean, cuentan con el sistema de educación para adultos y aprenden a leer y a escribir, cursan primaria, secundaria, preparatoria y computación. Estudian dos horas al día, robándole tiempo al cansancio y al sueño. Pero dicen que vale la pena. Hasta la fecha se han graduado en diferentes niveles más cerca de 400 albañiles.
Estaos iniciando apenas, no ha sido fácil diceShabot, porque donde trabajan 300 albañiles, sólo asisten al salón de clases alrededor de 15, los otros, agotados, prefieren irse a sus casas. Piensan que ya no están para estudiar. Cree que la vida es solamente cargar bultos, pegar tabiques y dormir. Muchos, inclusive, se burlan de los que van a la escuela.
Los albañiles se encuentran entre los últimos peldaños de la escala social. Pobres, desarraigados y analfabetas, nadie se ocupaba de ellos. Con educación será capaces de creer en sí mismos, de cuidarse más y saber realizar mejor sus trabajos y de recibir mejores condiciones de trabajo.
Construyendo y creciendo es una de las medicinas que este México requiere y ya se empezó a aplicar.
Con enorme empuje y fortaleciendo alianzas, Construyendo y Creciendo ha consolidado un modelo para la educación de los trabajadores con el apoyo del Instituto Nacional para la Educación de Adultos, dependiente de la Secretaría de Educación Pública, mediante el cual el constructor o desarrollador habilita un aula dentro de la construcción misma a fin de que sus trabajadores estudien dos horas al día.
Adelante con esta iniciativa a la que usted amigo lector puede sumarse si lo dese www.construyendoycreciendo.org