LA IMAGEN DE LOS NUEVOS SERVIDORES PÚBLICOS

Cuando hablamos de imagen nos referimos a la opinión que causamos como personas, pero también a la que damos en nuestro entorno con todo lo que nos rodea y nos pertenece; la primera impresión es básica porque es nuestra carta de presentación y esto nos sucede siempre; se dice por ahí que: La primera impresión es única, no tiene segunda oportunidad y rara vez se cambia; pero también hay que ser optimistas, ¿la podremos modificar si queremos?  Desde luego que sí, siempre y cuando, se tenga la voluntad de hacerlo pero ¿qué pasa con la imagen que nos dan los nuevos funcionarios ahora electos y a punto de jurar servir y hacer servir la Constitución? Cualesquiera que Usted nombre; llámese diputados, presidentes municipales, gobernador o de segundo nivel, porque también en esto hay niveles aunque Usted no lo crea, como dijera el Dr. César Lozano.

¿Cómo evitar el deterioro de la imagen de nuestros políticos? Y digo nuestros, porque algo que no debemos olvidar y menos ellos, es que nosotros los elegimos en las urnas; bueno, al menos eso es lo que nos hacen creer.

En el caso de los diputados y diputadas federales y locales plurinominales, sabemos que son propuestos y designados por los dirigentes de sus partidos, que bien pudieran poner mayor atención en a quienes eligen para representarlos durante esos periodos y que en muchos de los casos, (no generalizo por supuesto porque hay varios que sí merecen estar ) sobre todo en quienes van a ocupar las curules esta legislatura y que son personas que traen arrastrando trapitos que bien pudiéramos hacer con ellos un extenso guarda ropa, más los que en el proceso electoral nos hicieron favor de ir creando; por ahí tenemos a una diputada local que luego les cuento unos detalles muy buenos, no se despisten por favor.

Algo a lo que nos enfrentaremos es a la novatez de los nuevos funcionarios; hay quienes sin experiencia llegarán a dirigir áreas en las que se requiere tener conocimientos, capacidad de gestión y perfil de liderazgo en toda la extensión de la palabra; una evaluación general del estado en el que se encuentra San Luis Potosí y en particular la capital,además de la continuidad de algunos programas. Esa visiónserá básica.

Se deberá evitar la soberbia y arrogancia por el bien de todos. Trabajar justamente por esa imagen que tanta falta hace desde tiempo atrás.

Y  no estoy hablando de la imagen física únicamente, que también es muy importanteconsiderar claro que sí; incluida por supuesto y de gran importancia, la formación académica, de valores y honestidad que deberían ser requisitos para ocupar cargos de elección popular, porque con eso de que ahora serán reelegibles, ya ni quien los arranque de esos tronos; sino a lo deteriorado que están cada uno de los municipios y seguramente al salir estas administraciones, en su mayoría dejarán deficiencias porque ya se les ha hecho costumbre, pero más costumbre se ha hecho que al llegar los entrantes servidores, las culpas de las incapacidades laborales se justifiquen con esto y no se asuman las responsabilidades o mejor aún, se quieren curar en salud por si no logran cumplir sus promesas de campaña.

La obra de teatro se ha repetido una y otra vez cada trienio, cada sexenio; mejor hay que ponerse a trabajar y olvidarse si los anteriores hicieron o no hicieron¡a trabajar señoras y señores! ¿Para qué perder tiempo? Hay que hacer tantas cosas, aplicar tantas leyes, cumplir tantos acuerdos, que les aseguro que si se llevaran a buen término, no les alcanzaría su administración para cumplir con su misión tan importante de servicio.

La capital del estado potosino requiere una manita de gato, pero ya ni el zarpazo de tigre es suficiente para “maquillar” los errores que se han cometido en la imagen de nuestra tan querida ciudad colonial; que por cierto, esta palabra que le acabo de proporcionar es una pista para identificar a la diputada de quien les hablé líneas atrás y que más adelante les diré quién es.

¿Esa soberbia y arrogancia les alcanzará a ver que necesitan capacitación? ¿Serán tan humildes como para aceptar que simples mortales podamos aportar a sus propuestas o a sus responsabilidades algo de conocimiento y experiencia?

Volteemos un poco a nuestras calles, al pésimo servicio de los básicos necesarios para cada colonia, en cada calle, en cada hogar; a la falta de visión para atraer inversiones, al problema del ambulantaje que puede ser visto desde tantos ángulos; a la carencia de valores que deben ser parte de formación educativa de nuestros niños con educación, cultura y deporte. Todo esto lleva a la desintegración, a la frustración y por ende a la delincuencia en algunos de los casos y en otros tantos por la falta de apoyo en la apertura de nuevas oportunidades laborales, responsabilidad de los gobernantes, cualesquiera en los poderes al cargo que han asumido.

¿Cómo evitar todo este deterioro de imagen? ¿Cómo creer en los políticos que asumirán ahora los nuevos cargos si ya lo hemos vivido tanto tiempo? Varios de ellos lo harán por primera vez y sin experiencia pero otros ya han estado en cargos públicos; ¿eso nos garantiza que sean buenos? Estamos tan decepcionados, ya no creemos y sin embargo queremos seguir haciéndolo. Necesitamos gente capacitada, con formación académica pero que sus títulos no sean comprados en el centro de la ciudad de México o en el estado de Veracruz y sean exprés; ¿acaso es mucho pedir?Es a lo mínimo que tenemos derecho las y los ciudadanos; ¡es lo mínimo que debemos exigir!

Hay que estar muy de cerca; hay que hacer marcaje personal y no soltar; quienes así lo decidieron tendrán que trabajar para nosotros pero también nosotros mismos debemos asumir la responsabilidad que nos corresponde como ciudadanos; los gobiernos no son paternalistas, quienes así lo consideran terminan siendo dependientes hasta la vejez y jamás hacen algo por sí mismos; hay que trabajar cada quien desde nuestros puestos para brindar el mejor ataque a la ignorancia pero sobretodo al conformismo.

Está a punto de terminar por fin esta administración gubernamental, presidencial, municipal, diputaciones locales y federales; las expectativas están en las entrantes, sin perder de vista lo que realmente queremos para nosotros y nuestras familias;ya se presentó el equipo de entrega-recepción del gobernador electo y lo primero que llamó fuertemente la atención, es que no existe al menos una mujer entre ellos, veremos cómo se conforman los 45 funcionarios y funcionarias aproximadamente que conforman el gabinete legal y ampliado, así que ahora vamos a darle el seguimiento puntual y objetivo, que no nos gane la pasión, que no nos gane el coraje reprimido durante tantos años; hay que animarse, hay que asumir nuestras responsabilidades cívicas y actuar!

Nos leemos en la próxima…hasta entonces!