Por qué hay niños que necesitan más cariño que otros

Hay niños que aparentemente parece que necesiten menos cariño que otros, pero lo que realmente ocurre es que no es que lo necesiten menos, únicamente que lo muestran de forma diferente y necesitan el cariño desde otras vías.

Con esto me vengo a referir que hay niños que quizá le gustan más los besos, a otros los abrazos, a otros el reconocimiento, a otros todo junto.

Pero en ningún caso un niño no necesita cariño porque todos necesitan el amor de sus padres para poder crecer y desarrollarse equilibradamente y poder así convertirse en un adulto con éxito.
La salud emocional en el
desarrollo de los niños

Si los niños no obtienen el cariño que necesitan cuando son pequeños de su núcleo familiar es seguro que al crecer tendrán carencias emocionales que no les dejarán desarrollarse de forma adecuada.

El cariño y el afecto son sentimientos esenciales para el ser humano y sobre todo para los niños porque si no tienen afecto enferman tanto físicamente como psicológicamente.

Además los niños que no reciben (o que los padres piensan que no necesitan) el afecto necesario les llevará a una inmadurez en su desarrollo, le costará relacionarse con los otros en su vida adulta, tendrá inadaptación social e incluso en casos más graves puede llevar a la delincuencia o a trastornos de la personalidad.
En cambio el niño que recibe afecto será un niño con menos estrés, menos ansiedad y con mayor equilibrio emocional.

El cariño es una forma de muestra de amor que sale de forma innata entre padres e hijos y no vale dinero, ni se necesitan conocimientos… únicamente se necesita querer hacerlo y sobre todo tiempo.

El mejor regalo para los niños: tiempo con calidad

A veces en esos niños que parecen ‘menos apegados’ a sus padres (insisto en que todos los niños necesitan cariño ya sea de una forma u otra) necesitan (igual que todos los demás niños) una forma de afecto que actualmente los padres deben buscar la forma de dárselo en sus ajetreadas vidas: tiempo.

El tiempo resulta imprescindible para que un niño se sienta querido por sus padres, pero eso sí, este tiempo tendrá que ser de calidad mejor que la cantidad.

Los niños necesitarán jugar con sus padres, abrazarles (o no), quererse y sentir que en casa no sólo tienen a sus progenitores sino también a sus figuras adultas de referencia que se preocupan por su bienestar físico pero también emocional.
Cuando el niño empieza a crecer necesitará también que sus padres le escuchen, le respeten y le ayuden a poder tener sus propias decisiones, y para esto se necesita de nuevo tiempo.

Después de todo esto quiero concluir que no es que tu hijo no necesite afecto, simplemente que lo necesita de forma diferente a otros.

Busca la manera de conectar con tu hijo y estarás criando a un niño emocionalmente sano.