Tiendas de Londres venden reliquias saquedas por EI

Piezas milenarias saqueada por el Estado Islámico de sitios patrimoniales de Siria e Irak han llegado al mercado de antigüedades de Londres, se están exhibiendo en escaparates de tiendas especializadas de la capital británica, de acuerdo con un reporte de The Guardian. No es muy difícil hallar la ruta del mercadeo de estas piezas, basta con una breve búsqueda en internet para localizar algunas tiendas de antigüedades en las que se venden piezas llegadas en los últimos meses sin ningún papel que confirme su origen, pero con evidentes rasgos islámicos. Mark Altaweel, especialista en Medio Oriente del Instituto de Arqueología de la University College London, fue acompañado por el medio británico en su cacería de reliquias islámicas en la capital británica, procedentes del mercado negro. Unas pocas horas bastaron para toparse con piezas que, dice el especialista, «es muy probable que procedan de las regiones en conflicto» de Irak y Siria. Objetos de vidrio, una pequeña estatua y algunas piezas talladas en hueso con una antigüedad que oscila entre los siglos IV y II a.C., solo pueden venir de una sola región: el área controlada por el EI, dice Altaweel. «Que fuéramos capaces de hallar estos artículos vendiéndose abiertamente en Londres te habla de la magnitud (del problema sobre el contrabando de piezas patrimoniales)». Pero, ¿qué hace a Mark Altaweel un experto en arqueología del Medio Oriente? Pese a ser norteamericano, Altaweel nació en Bagdad y vivió en Basora. Su familia salió del país en la década de los 80, cuando él tenía siete años, pero el especialista vuelve con frecuencia para visitar al resto de su familia. Se siente arraigado al legado cultural de la región y ha trabajado en numerosas excavaciones en Egipto, Irán, Turquía, Yemen, Siria e Irak, por supuesto. Él ha desenterrado objetos similares a los que ahora observa en aparadores de tiendas londinenses. Las reliquias saltan a la vista La idea de los vendedores sobre la procedencia de las piezas es vaga. Cuando señalan que una pieza proviene de la India, Mark corrige en voz baja y asegura que su origen es más bien islámico. Algunos objetos que llaman la atención de Altaweel fueron traídos apenas hace unos meses por un vendedor privado que, aseguró, provenían de la colección familiar. Una pequeña estatua, le dice el vendedor, fue comprada en una subasta; el especialista está seguro de que proviene de la zona en conflicto. El comerciante de otra tienda asegura que adquirió algunos objetos de vidrio hace muy poco y que es probable que procedan de Jordania. Mark Altaweel sospecha que provienen de Siria. Un fragmento de taza o vaso elaborado con este material, con un precio de 250 libras (unos 383 dólares), es de un vidrio muy antiguo, altamente distintivo de la zona, oriundo de muy pocas áreas, afirma a The Guardian el arqueólogo. En ninguno de los casos hay un papel que confirme la procedencia lícita ni la autenticidad de las piezas. «La industria se basa en la confianza», dice Sam Hardy, experto en antigüedades. «Por no haber algún registro, los distribuidores hacen que resulte más fácil para los compradores convencerse de que no existe delito alguno».