A ojos claros, ¿mayor consumo de alcohol?

Los componentes genéticos que determinan el color de los ojos se alinearían con el mismo cromosoma que los genes relacionados con el consumo excesivo de alcohol, asegura un estudio genético de la Universidad de Vermont.
El coautor de la investigación, Dawei Li, profesor asistente de microbiología y genética molecular, recopiló por años información genética de más de 10 mil personas para estudiar el tema.
En el grupo de estudio había mayoritariamente afrodescendientes o estadounidenses de origen europeo. Allí, identificaron a más de mil 200 personas de ascendencia europea con dependencia al alcohol.
Después de identificar la conexión entre el licor y el color de los ojos, los investigadores volvieron a analizar los datos tres veces, comparando la edad y el sexo de los participantes, así como diferencias en los antecedentes y las ubicaciones.
El hallazgo, publicado por la revista American Journal of Medical Genetics: Neuropsychiatric Genetics, fue que los estadounidenses de origen europeo con ojos claros tenían una tasa más alta de dependencia al alcohol que los que tenían ojos color marrón oscuro. La relación era todavía más fuerte entre quienes tenían ojos azules.
“Esto sugiere una posibilidad interesante: el color de los ojos podría ser una guía clínica para predecir la potencial adicción al alcohol”, dijo el coautor del estudio, Arvis Sulovari, estudiante doctoral de ciencias celulares, moleculares y biológicas de la Universidad.
Los investigadores creen que este trabajo da esperanzas de encontrar las raíces de no solo el alcoholismo, sino también de otras enfermedades psiquiátricas.
Li reconoció que muchos de los que integran la base de datos tienen otros diagnósticos, incluyendo depresión, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, así como las adicciones.
El estudio, también referencia estos hallazgos como elementos relacionados, más no determinantes en la génesis del alcoholismo. “Existen elementos ambientales y personales que tienen que alinearse con los genes para que se den estas manifestaciones, sin embargo, pueden ser una buena guía”, asegura Li.
Los científicos dicen que su mayor reto ahora es identificar otros elementos genéticos relacionados con el alcoholismo que han empezado a aparecer, este es apenas uno de ellos.
Al tiempo trabajan en otra propuesta de financiación para continuar en la consolidación de la base de datos que permitió estos hallazgos. “Lo que más me ha fascinado acerca de este trabajo ha sido investigar la interfaz entre estadísticas, la informática y la biología –dice Sulovari– es una oportunidad increíble para estudiar la genómica en el contexto de las enfermedades humanas complejas”.