Quizá ya estamos domados

El presidente de México, Enrique Peña Nieto ha advertido que en lo que respecta al tema de corrupción y el combate a la misma, el su Gobierno, domará la “condición humana”.
Es fuerte y difícil la empresa que a través del establecimiento del Sistema Nacional de Transparencia y la propia ley anticorrupción, pretende la administración de Peña Nieto: Erradicar el acto de corromper y corromperse.
Más allá de advertir si lo citado y pretendido por el presidente Peña en su acción de domador es extra limitante, cabe señalar:
Pese a que el propio mandatario nacional advirtió que su aseveración de domar “la condición humana”, sería basto material para la mofa de los caricaturistas, lo cierto es que pese a que su anuncio fue tema de primeras planas de periódicos, de citas en artículos de opinión y de notas periodísticas, en medición noticiosa la información no tuvo mayor impacto –Peña se diluye en el tercer año de mandato.
Quizá porque al presidente de México no se le puede otorgar credibilidad en combate a la corrupción, cuando su propia familia aún no ha aclarado el asunto de la casa blanca de Las Lomas en el Distrito Federal. De cómo adquirió el inmueble y si ya se cumplió con la promesa que hizo a través de una videograbación a los mexicanos la señora Angélica Rivera, esposa del propio mandatario mexicano; de vender dicha residencia valorada en un aproximado de casi 90 millones de pesos.
Tal vez no se le cree a Peña Nieto la efectividad en contra de la corrupción mexicana, también porque funcionarios allegados a él como lo son el secretario de Hacienda, Luis Videgaray y el de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, también tienen sospecha sobre la forma en que compran o rentan inmuebles que al final del día, son o una ganga, o equivale su monto mensual en más de la mitad de sus salarios en el mismo lapso de periodo laboral.
Lo más preocupante de todo esto, es que quizá no se mostró incredulidad ante el anuncio anticorrupción del presidente de la República, sino que se ignoró porque los mexicanos estamos suficientemente domados. Mejores ejemplo de lo señalado en el enunciado anterior, quizá sea que les seguimos el juego a los políticos a través de su sistema de partidos que sólo a ellos beneficia, que vivimos en una olla de violencia como asunto cotidiano y que pese a los golpes a nuestra economía y nivel de vida, aún les tendemos la alfombra roja a los funcionarios y políticos mexicanos.
¿Cambiar la condición humana? El asunto de la corrupción no tiene que ver con ser malos o buenos; sino de leyes laxas, a modo y de exención.
Acta Divina…Al participar en la inauguración del Consejo Nacional del Sistema Nacional de Transparencia, el presidente Enrique Peña Nieto señaló: «El Estado mexicano y su sociedad lo que estamos haciendo es domar auténticamente a la condición humana, llevarla por nuevos caminos, estableciendo parámetros, estableciendo límites, controles, obligando a la apertura y a la transparencia».
Para advertir… Sociología peñista.