Cómo comprender los trastornos por consumo de alcohol y su tratamiento

Los problemas a largo plazo asociados con el consumo excesivo de alcohol incluyen trastornos estomacales, problemas cardíacos, cáncer, daños cerebrales, pérdida de memoria grave y cirrosis hepática.
Los bebedores empedernidos también aumentan de forma notoria sus posibilidades de morir debido a accidentes automovilísticos, homicidios y suicidios. Si bien es más probable que los hombres desarrollen el alcoholismo que las mujeres, la salud de las mujeres se ve más afectada hasta con bajos niveles de consumo de alcohol.
¿Cuándo se debe buscar ayuda?
A menudo las personas ocultan su consumo de bebidas alcohólicas o niegan tener un problema. ¿Cómo puede saber si usted o alguien que conoce está en dificultades? Los signos de un posible problema incluyen tener amigos o parientes que expresan preocupación, enojarse cuando las personas critican que bebe demasiado, sentirse culpable por beber y pensar que debe dejar de hacerlo pero sentirse incapaz de lograrlo y/o necesitar una bebida por la mañana para calmar sus nervios o aliviar la resaca.
Algunas personas que tienen problemas con el alcohol hacen un gran esfuerzo para resolverlos, y con frecuencia, con el apoyo de familiares y/o amigos, pueden recuperarse por cuenta propia. Sin embargo, aquellas personas con dependencia del alcohol no suelen dejar de tomar sólo con fuerza de voluntad; muchas necesitan ayuda externa. Pueden requerir una desintoxicación supervisada por un médico para evitar los síntomas potencialmente mortales del síndrome de abstinencia como las convulsiones. Una vez que las personas están estabilizadas, pueden necesitar resolver los problemas psicológicos asociados con el consumo de alcohol.
¿Cómo puede ayudar un psicólogo?
Los psicólogos que están capacitados y experimentados para tratar los problemas con el alcohol pueden ayudar de muchas maneras. Antes de que el bebedor busque ayuda, un psicólogo puede guiar a la familia u otras personas a ayudar a que la motivación para cambiar aumente en el bebedor.
Un psicólogo puede comenzar con el bebedor evaluando los tipos y grados de problemas que experimenta. Los resultados de la evaluación pueden ofrecer una guía inicial al bebedor sobre qué tratamiento debe buscar y ayudar a motivarlo para que se someta al tratamiento. Las personas que tienen problemas con el consumo de alcohol mejoran indudablemente sus posibilidades de recuperación al buscar ayuda temprano.
Al recurrir a uno o más tipos de terapias psicológicas, los psicólogos pueden ayudar a las personas a abordar los problemas psicológicos subyacentes a sus problemas con el alcohol. Varias de estas terapias, incluyendo la terapia cognitiva conductual que facilita el desarrollo de habilidades para sobrellevar situaciones difíciles y la terapia de estimulación motivacional (MET por sus siglas en inglés), fueron desarrolladas por psicólogos. Las terapias adicionales incluyen terapias de facilitación en 12 pasos que asisten a quienes tienen problemas con el consumo de alcohol a usar programas de autoayuda como Alcohólicos Anónimos (AA). Las tres terapias, terapia cognitiva conductual para sobrellevar situaciones difíciles, terapia de estimulación motivacional y terapia de facilitación en 12 pasos, demostraron su eficacia a través de ensayos de tratamiento a gran escala bien diseñados. Estas terapias pueden ayudar a las personas a estimular su motivación para dejar de tomar, identificar las circunstancias que desencadenan el consumo de bebidas alcohólicas, aprender nuevos métodos para sobrellevar situaciones de alto riesgo que propician la bebida y desarrollar sistemas de apoyo social dentro de sus comunidades.
Muchas personas que tienen problemas con el consumo de alcohol tienen también otros problemas de salud, como ansiedad y depresiones graves, que ocurren al mismo tiempo. Los psicólogos pueden ser de gran ayuda para diagnosticar y tratar estos problemas psicológicos que ocurren al mismo tiempo cuando comienzan a crear problemas.
Los psicólogos también pueden brindar terapias de pareja, familiares y de grupo, que a menudo resultan útiles para reparar relaciones interpersonales y el éxito a largo plazo para resolver los problemas ocasionados por el consumo de alcohol. Las relaciones familiares influyen en la conducta relacionada con el consumo de alcohol y estas relaciones suelen cambiar durante la recuperación de la persona. El psicólogo puede ayudar al bebedor y su pareja a recorrer estas transiciones complejas, ayudar a las familias a entender el problema del consumo de alcohol, aprender a brindar apoyo a familiares en el proceso de recuperación y remitir a los familiares a grupos de autoayuda como Alcohólicos Anónimos y Alateen.
Dado que una persona puede experimentar una o más recaídas y volver a consumir alcohol, puede ser fundamental contar con un profesional de la salud adecuado como un psicólogo de confianza con el que la persona pueda analizar y aprender de estos hechos.
Los psicólogos pueden también hacer remisiones a grupos de autoayuda. Incluso al terminar el tratamiento formal, muchas personas buscan apoyo adicional continuando su participación en dichos grupos.
Los trastornos relacionados con el consumo de alcohol afectan gravemente el funcionamiento y la salud. Sin embargo, las posibilidades de una recuperación exitosa a largo plazo para quienes buscan la ayuda adecuada son buenas. Los psicólogos ponen en práctica sus sólidos conocimientos para ayudar a las personas a resolver los problemas con el consumo de alcohol y trabajan para poner a disposición servicios de tratamiento cuando sea necesario.