En #uniones gay mal la @SCJN

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que todos estudiamos en la escuela con verdad ha reconocido siemprea la institución del matrimonio como la unión libre entre el hombre y la mujer; y en los últimos años ha fortalecido la igualdad jurídica de la mujer frente al varón y elevado a rango constitucional la protección de la familia.
Así las cosas sorprendió la reciente declaración de la SCJN publicada el pasado 19 de junio en la que autoriza al matrimonio entre un hombre y otro hombre o entre mujer y otra mujer en el país con el argumento de evitar que entre los mexicanos existan «ciudadanos de segunda clase».
La discusión se llevó a cabo de tal forma quela gran mayoría ni se enteró y menos aún de la resolución.
No se trata de ir contra la comunidad gay. Estamos con la gran mayoría de mexicanos que opina que deben ser tratados como cualquier otro y que pueden unirse según ellos lo deseen, pero no estamos de acuerdo en el trato que les da ahora la SCJN, queriéndolos y hasta obligándolos a meterse en un redil que no es el suyo. Por favor señores Ministros.
Ciertamente no fue el pleno de la corte sino una sala quien con 4 votos a favor uno en contra, sin argumento jurídico alguno dicto jurisprudencia obligando a los jueces a casar a dos hombres o dos mujeres, en vez de echar a andar su creatividad y formar la figura justa, el traje a la medida.
Los ministros autorizan el matrimonio entre un hombre y otro hombre o entre una mujer y otra mujer enarbolando la bandera de la igualdad y la no discriminación cuando resulta obvio afirmar que nadie en su sano juicio –y menos un jurista de nivel como lo debiera ser un Ministro- puede ver que no es un tema de discriminación o de desigualdad, sino de querer equiparar dos situaciones que son -a todas luces- diferentes.
Con más claridad lo vio el pueblo de México hace dos años cuando una casa encuestadora (Parametria) le preguntó si estaba de acuerdo en que las parejas que estaban integradas por dos hombres o dos mujeres pudieran adoptar niños y el 75% dijo no. Honestamente se esperaba más de los Ministros, básicamente que hicieran un trabajo jurídico y dejaran de lado sus creencias e ideologías.
No debemos olvidar que la justicia -fin primario del Derecho? se concreta dándole a cada uno lo que le corresponde, lo que aplicado al principio de igualdad sería tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales. El hombre es igual al hombre pero no lo es a la mujer.
Por ello, para analizar objetivamente el tema, será fundamental tener claro que no todo trato desigual es un trato discriminatorio, ya que cuando dicha desigualdad encuentra su fundamento en circunstancias diferenciables de hecho que existan entre diversas situaciones, lo justo será un tratamiento desigual.
Finalmente si todos los seres humanos tenemos derecho a la unión sean más creativos señores ministros y promuevan las figuras necesarias para las distintos tipos de uniones, si la de hombre y mujer fue la primera y se le llamó matrimonio, a la de hombre con hombre favor de crearle su propio marco jurídico y nombre, de acuerdo a sus características específicas y lo mismo al de mujer con mujer.