Entre escombros se sostiene, a punto del colapso, un laberinto de pisos, muros y techos. Al caminar o transitar en vehículo por la calle independencia al cruce con Dr. Baeza Alzaga en el centro de Guadalajara, es casi imposible evitar ver esta finca.
Desde el exterior es difícil imaginar con qué objetivo construyeron (entre los años 1850 y 1900) la llamada casa Baeza Alzaga, propiedad del Ayuntamiento tapatío, declarada con Valor Histórico Ambiental y ahora en análisis de demolición.
El ingreso a la casona es controlado por alguien que conoce a detalle el interior de ésta y otras fincas abandonadas en la zona. Él pide que le llamemos Jorge, y aunque no es historiador aduce con seguridad qué fin tenía el inmueble en su mejor época.
“Este lugar era un hotel, porque son muchas habitaciones. Hay como salones y áreas grandes y se ve que era de lujo por los acabados y cosas que me he encontrado entre los escombros y cuartos; pero todo se está cayendo y lo que no se ha derrumbado está muy cuarteado, y se puede caer en cualquier momento”, con esta explicación el guía inició el recorrido.
Tras el cerro de escombro en el ingreso, uno se da cuenta de la magnificencia de la construcción. Aún quedan columnas y detalles originales. En las paredes e interior de las habitaciones hay pocos espacios sin graffiti. En todos los cuartos hay basura, desechos humanos y ropa.
“Casi siempre hay gente. Ahorita están unos tres o cuatro, pero en la noche hay muchas personas, unas 15 o más. Todos se van a los cuartos en los pisos de acá arriba. Pero de noche yo no me asomo, está medio pesado el ambiente”, advierte con seriedad. “A esos cuartos no me arrimo, siempre siento como que hay alguien, pero ahí nunca entra nadie”, interrumpe y observa las habitaciones del segundo y tercer nivel que dan hacia la calle Independencia.
Con temor, también señala pisos y paredes marcados con inscripciones y signos que indican rituales.
Cada espacio aún tiene algo propio como olores, adornos, u obras de artistas que hallaron en esta inmundicia su inspiración.