“Es hora de dar un salto cualitativo en la relación entre México y Brasil”: EPN

Con la convicción de que “es hora de dar un salto cualitativo en la relación” entre México y Brasil, el presidente Enrique Peña Nieto recibió ayer a la presidenta brasileña Dilma Rousseff.

En su intervención, la mandataria brasileña se pronunció porque ambas naciones “trabajemos al máximo para poder acercar nuestras posiciones y evitar falsos antagonismos y aprovechar también la naturaleza y todas las posibilidades comunes que nuestros pueblos nos presentan”; ambos pueblos no deben estar de espaldas uno con el otro.
Ambos políticos desahogaron una apretada agenda que terminó en un brindis con caipirinhas, cachaza y tequila, éstas dos últimas lograron en ésta visita de Estado el reconocimiento de su denominación de origen.
En sus mensajes a medios y, en los que posteriormente ofrecieron durante la comida que en honor a Rousseff se ofreció en el salón Tesorería de Palacio Nacional, los líderes de las dos economías más grandes de América Latina dejaron en claro que llegó el momento de dar una vuelta de timón a la relación bilateral.
“Hoy estábamos ante la exigencia de actualizar y modernizar este marco de cooperación”, dijo el presidente Enrique Peña Nieto al aludir al compromiso de renovar inversiones y la firma de diversos acuerdos.
En presencia de empresarios de ambas naciones, legisladores, gobernadores, del senador del PRD, Miguel Barbosa, la maestra Ifigenia Martínez, la ex gobernadora Amalia García, la embajadora de México en Brasil, Beatriz Paredes, el Jefe del Ejecutivo recurrió a la poesía que legó la brasileña Cecilia Meireles.
Refirió que en su poema Reinvención, la poetisa expuso que “la vida sólo es posible reinventada” y dirigiéndose a Dilma subrayó: “Su visita de Estado, excelentísima Presidenta, confirma que hoy Brasil y México estamos reinventando nuestra relación”.
Relató que Meireles fue además amiga de uno de nuestros más grandes hombres de letras y Embajador de México en Brasil, Alfonso Reyes.
Al respecto, Dilma Rousseff expuso: “Estoy profundamente satisfecha con los acuerdos que alcanzamos, y frente a nosotros tenemos una serie de tareas que surgen y nosotros las cumpliremos”.
Se dijo convencida de que México y Brasil “estamos abriendo un capítulo nuevo en nuestra historia, un nuevo camino hacia el futuro”.
Aludió al Poema de Octavio Paz, Piedra de Sol para subrayar: “El mundo cambia cuando dos se miran y se reconocen. Propongo, señor Presidente, que juntemos nuestros esfuerzos y nuestro brindis con tequila y con cachaza, que deben ser los símbolos de nuestra relación estrecha”.
Antes, el presidente Peña Nieto impuso a la mandataria brasileña la Orden Mexicana del Águila Azteca, el máximo galardón y condecoración que el Gobierno de la República otorga a un extranjero, “en reconocimiento a la buena voluntad y amplia disposición de la presidenta Rousseff para ampliar y estrechar aún más la relación entre Brasil y México”.
A su vez, Dilma Rousseff impuso al presidente Peña Nieto la Orden Nacional de la Cruz del Sur, la mayor Orden brasileña y uno de los símbolos de ese país.