ONU pide ayuda para migrantes en sureste asiático

Yangón

El secretario general de Naciones UnidasBan Ki-moon, instó el sábado a las naciones del sureste asiático a resolver las causas de una creciente crisis humanitaria que ha obligado a miles de migrantes bangladeshíes y rohingyade Myanmar a huir por mar, y ha dejado a muchos de ellos atrapados en barcos.

Ban dijo que había abordado la emergencia con gobernantes de la región en Myanmar, Malasia y Tailandia, entre otros, y les había instado a contribuir a las operaciones de búsqueda y rescate, así como a las opciones de reubicación y reintegración.

«Es importante salvar vidas humanas» dijo en una visita a HanoiVietnam. Pero también es importante «no enviarlos de vuelta a una situación o circunstancia peligrosa» .

Más de 3 mil 600 migrantes -en torno a la mitad bangladeshíes, y los demás pertenecientes a la minoría musulmana rohingya de Myanmar- han desembarcado en Indonesia, Malasia y Tailandia desde el 10 de mayo. Se cree que varios miles de personas siguen atrapados en el mar, y Naciones Unidas ha alertado de que se acaba el tiempo.

Cuatro buques de la marina malasia comenzaron a buscar estos barcos el viernes, señaló el jefe de la marina, Abdul Aziz Jaafar, que añadió que tres helicópteros y otras tres embarcaciones estaban en espera. La búsqueda malasia es un signo positivo, aunque su operación se limita a sus aguas territoriales.

Un portavoz del Pentágono de Estados Unidos dijo el jueves que Washington preparaba patrullas aéreas para ayudar en la búsqueda- La oferta de asistencia aún está a la espera de aprobación, indicó el sábado en un correo a AP la portavoz de la embajada estadounidense en Bangkok,  Melissa Sweeney.

«Seguimos trabajando activamente con los gobiernos de la región para obtener su apoyo y permisos para realizar estos vuelos» , señaló.

Malasia e Indonesia anunciaron la semana pasada que proporcionarían refugio temporal a los migrantes durante hasta un año, y Estados Unidos ha dicho que reubicará a algunos de ellos de forma permanente.

Los rohingya que huyen de Myanmar, un país de mayoría budista, se arriesgan a peligrosas travesías y ponen sus vidas en manos de traficantes de personas porque «están desesperados y no ven un futuro» en su país de origen, dijo el subsecretario de Estado de Estados Unidos,Anthony Blinken, en declaraciones el viernes en Myanmar.

Esta comunidad musulmana, de unos 1.3 millones de personas, ha sido identificada por la ONU como una de las minorías más perseguidas del mundo. En la última oleada de violencia étnica se les ha denegado la nacionalidad y expulsado de sus tierras, lo que dificulta su acceso a la educación, atención sanitaria y libertad de movimiento.

Después de indicar en un principio que boicotearía la reunión del próximo viernes en Tailandia para abordar el problema, Myanmar aceptó participación, alegando que la misiva de invitación no empleó el término rohingya y no señaló que Myanmar fuera la única responsable de la crisis.