En el Campeonato Mundial de Taekwondo de Cheliábinsk, Rusia, el medallista olímpico Óscar Salazar cumple un sueño más: asistir a una justa del orbe como entrenador del equipo tricolor.
El subcampeón olímpico en Atenas 2004 y medallista mundial en Hong Kong 1997, se dijo satisfecho de buscar más logros para México ahora como parte del equipo multidisciplinario.
«Me siento muy contento por esta oportunidad, muy feliz por estar representando a mi país como entrenador, que era un sueño», dijo Salazar.
«El poder compartir un poco de las experiencias que como competidor tuve es algo padrísimo y también ver la calidad de atletas que tenemos ahora en México», agregó el entrenador.
Éste representa el debut mundialista de Óscar con la selección mexicana debido a que en Puebla 2013 lo hizo por vez primera pero como coach con el equipo de Ecuador.
«La primera experiencia siempre es especial. Fue un reto porque decía ‘a ver si me toca contra un mexicano’. Fue una experiencia padre, pero no hay nada como representar a tu país al 100 por ciento», consideró el extaekwondoín.
El año pasado, Salazar debutó como entrenador del equipo mexicano con tres medallas en el Mundial de Taekwondo de Cadetes. «Nos pudo haber ido mejor en cadetes, pero bueno son circunstancias que pasan… cuando uno se convierte en entrenador hay que estar siempre pensando», recordó.
El mexicano enfatizó que la actual selección mayor está muy consolidada a diferencia de cuando él competía.
«Entrenaba muy duro, pero siempre veías los grupos aparte, veías a veces las envidias y éste es un grupo que tiene una energía en general muy buena y eso es muy importante para los resultados», consideró.
