Un recorrido a las carencias de San Ignacio

Usted quizá se pregunta cómo es el día para un candidato… pues aunque no lo crea, suele ser complicado y verdaderamente a estas alturas de tiempos electorales es duro, pesado, con escasos momentos  de descanso y tiempo para cuestiones personales. Y quizá también se pregunte estimado lector ¿y eso qué?; sin embargo hoy vale la pena contarlo.
Para la abanderada panista a la gubernatura del Estado,  Sonia Mendoza, la agenda comenzó como en los últimos 69 días, cerca de las 06:30 horas, con una rapida revisión de medios de comunicación; este día, precedido de un jueves con una intensa gira por la Zona Media que terminó en Ciudad Valles, con regreso ya prácticamente el viernes por la madrugada, para iniciar con un encuentro con más de mil mujeres en el Club Deportivo 2000 de la capital del estado y posteriormente, el viaje por carretera para llegar a un mitin en San Nicolás Tolentino.
Pero la crónica de un día con la candidata, comienza al trasladarse al municipio de Guadalcazar; la gira por este municipio inicia en la comunidad de El Quelital, en donde más de 400 personas la esperaban para escuchar su propuesta para gobernar el territorio potosino. Como es su costumbre, llega a la cita puntual, no rodeada, sino al frente de su equipo de trabajo, que tratan de estar atentos a todo detalle y la candidata con su característico buen humor atiende a todos y acepta la invitación a comer la barbacoa acompañada de frijoles charros. El reloj marca las 16:40 horas y le señalan que el próximo evento es el último marcado en la agenda.
Todo parece que este día finalizará temprano, algunos hasta bromean «tendrás hasta tiempo de llegar a ver al ‘Buki’ «; para sorpresa de muchos, un lugareño comenta «No, si van a San Ignacio, pos son que dos horas y  media de camino» … No importa, estamos a tiempo, el evento es a las 19:00 horas ,“El Buki” podrá recibirnos contento; entre sonrisas, la candidata aborda la camioneta que la acompaña de manera incansable desde hace varios meses y que conduce el bonachón Emilio, sujeto atento, leal, servicial y excelente operador.
En compañía de su equipo y de  Yazmín Aguilar, la candidata a la alcaldía de este municipio (que tiene la extensión territorial de Aguascalientes, pero que desafortunadamente se encuentra catalogado como uno de los municipios con mayor pobreza del estado), se inicia el recorrido hacia el la mencionada comunidad.
Todo parece que será un trayecto normal, observamos la vegetación del semi desierto del Altiplano Potosino; pero entramos en un camino sinuoso, accidentado, de terracería, que maltrata a cualquier vehículo que transite por él. Más que el maltrato, conforme avanzamos, no duele lo que se perjudique el auto, sino las heridas que deja en el alma, como existen comunidades alejadas, olvidadas por las autoridades y más por los gobiernos con opacidad e incapacidad; tres horas para llegar a esta comunidad que tiene poco más de mil habitantes, a donde ni por error llega un candidato y mucho menos un gobernador, siquiera en visita de… ¿’doctor’?.
Las personas se reúnen alrededor de la explanada principal, algunos señalan que estamos en los límites de Nuevo León, otros que de Tamaulipas, lo que es cierto es que el calor es seco, con un sol todavía abrazador, sin señal de celular, la cual es básica para enviar información, un polvo que parece harina e invade el cuerpo, este es el escenario para escuchar a la candidata originaria de Matehuala, quien les señala que al llegar a este lugar, es un gusto, pero la travesía fue buena, «dos vados profundos y llenos de agua como cráteres lunares nos hicieron despertar en el terrible camino para llegar aquí, nadie me lo cuenta, hoy lo experimenté, las más de dos horas para llegar aquí, valen la pena para saber que es momento de llegar al Gobierno del Estado, para que la gente tenga un mejor nivel de vida”.
Su equipo de campaña hace lo conducente en cuanto a sus funciones y ella prosigue, “es injusto que en este lugar en donde la única oportunidad es posiblemente la actividad agrícola y ganadera, solo se tenga como opción de trabajo la talla de lechuguilla, que si bien les va, deja una ganancia de menos de un salario mínimo a la semana y para producirla se deja cuerpo, corazón y alma. Es injusto ese San Luis y hoy más que nunca, nadie me lo platica, lo conozco y lo vuelvo a reconocer al llegar aquí a San Ignacio”.
Obscurece; los asistentes le externan sus muestras de apoyo y afecto, le invitan “¡échese un taco candidata!”, y aquí, la expectativa de si usted lo probará. Y para que se haga agua la boca, el más extraordinario asado de boda que usted pueda degustar, se hace aquí, sí, aquí, donde las carencias están a la orden del día;  aquí, en donde no existen los servicios básicos; aquí, en donde algunos lugares de la comunidad aun no tienen energía eléctrica; aquí, donde la pobreza se palpa, se respira;  aquí, en San Ignacio, Guadalcazar, donde Sonia Mendoza les volvió a externar su interés por gobernar con orden, con pasión por San Luis, para ofrecer la oportunidad a todos de salir adelante y en donde no solo se degusta ese excelso asado de boda, sino en donde se forja el carácter y en donde verdaderamente urge el compromiso de sacar adelante a un estado sumido en la más terrible de las pobrezas y el atraso.
Se despide y el buen Emilio informa “ponchadura en una llanta jefa”… los dolores en el alma por el camino hasta San Ignacio, se convierten en realidades materiales, pero de repente, un ejército de voluntarios cambia el neumático y ahora, la perspectiva de tres horas de regreso, ya son las 9:40 de la noche y la agenda de mañana le llega en los intermitentes ratos de señal telefónica; solo se oyen expresiones “mañana iniciamos a la misma hora y otra vez a la carretera, jefa”. Aborda la camioneta y pareciera que  sarcásticamente se escuchan las melodías de “El Buki”, Sonia sonríe y comenta, “ahí esta nuestro concierto”, mientras otros, a muchos kilómetros, escuchan en vivo a Marco Antonio Solís  interpretar sus melodías en San Luis Potosí. Ese es un día común con una candidata que cada día, pareciera caminar en botas de tacón alto, más firme al triunfo de las próximas elecciones.