Cosas que detestan los restaurantes de sus clientes

Acorde con una publicación del City Lab de The Atlanthic, muchas de las personas que acuden a un restaurante, en algunas ocasiones pueden crear un mar de tempestades por las reclamaciones que pueden llegar a hacer. Unas tan absurdas e inverosímiles que el personal del establecimiento no sabe si reír o llorar por lo que están presenciando.
Fingir una alergia
Actualmente, muchas personas cuentan con un gran número de alergias, algunas de ellas realmente peligrosas, por ello, la mayoría de los restaurantes han optado por mencionar a los comensales los ingredientes que contiene cada platillo para tener mayores precauciones.
Sin embargo, algunas personas valiéndose de su temperamento aseguran tener cierto tipo de patología al menor contacto con cierto alimento, esto sin ser, en la mayoría de los casos, cierto.
Cambio de menú
Otro problema que afecta a los meseros o integrantes del restaurante es la constante necedad de las personas por adaptar el menú del día de acuerdo con sus gustos. Esto, resulta molesto para muchos de los chefs.
El ordenar con severidad la introducción de cierto complemento alimenticio cuando éste no se tiene en el menú, o no se encuentra en temporada para su producción, acaba por frustrar la actitud de los meseros en más de una ocasión.
No hay respeto por la reservación
En Zazie, restaurante norteamericano, muchas de las reservaciones son para mesas sin evento, o en muchos de los casos son de último momento, lo cual se traduce en pérdidas y movimientos repentinos, tanto en la administración como en la organización en la cocina.
Ser tacaño
Para el chef Steve McHugh es incómodo el tratar con personas que solicitan de manera casi forzosa el acotar el precio de los platillos, así como escuchar en repetidas ocasiones que realicen una promoción.
Permanecer en una mesa por mucho tiempo
La mayoría de la gente, después de comer, disfruta de una larga sobremesa, un momento para platicar con los amigos o familia que comparten la mesa. Sin embargo, en algunos establecimientos es incómodo que los comensales estén ocupando una mesa sin consumir, o lleven bastante tiempo en la misa.
Ser grosero
Infinidad de personas se dirigen hacia el personal de un restaurante de manera altanera, creando así un ambiente poco agradable no sólo para los que laboran ahí.