Alimentación rica en grasas; es promotora del cólico biliar

El cólico biliar es uno de los motivos más frecuentes de consulta en el ámbito de la Gastroente-rología. Este doloroso malestar es más común en quienes consumen dieta rica en grasas, sobre todo mujeres que sufren obesidad y son mayores de 40 años, así que ¡cuidado!
Alimentación rica en grasas, promotora del cólico biliar
Quien haya sentido un cólico biliar coincidirá en que se trata de una experiencia que difícilmente puede pasarse por alto, ya que es un dolor punzante e intenso que no se puede soslayar. Técnicamente, los médicos dicen que se localiza en una región del hemisferio derecho del abdomen, llamada hipocondrio (debajo de las costillas), y coinciden en que se asocia con malestar muy intenso.
Es pertinente señalar que la vesícula biliar, que es la zona aquejada por el problema aquí referido, es un órgano que forma parte del aparato digestivo. Se sitúa en la parte inferior y anterior del hígado, y su aspecto es el de un saco de paredes finas y flexibles. La función que desempeña es almacenar gran parte de las secreciones generadas por el hígado (biliares), las cuales se liberan poco a poco, cada vez que se realiza el proceso digestivo.
La Dra. Claudia Martínez Camacho, gastroenteróloga adscrita al Hospital Carlos MacGregor Sánchez Navarro, perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y localizado en el Distrito Federal, explica a saludymedicinas.com.mx que el cólico biliar es una de las manifestaciones más claras de la colecistitis (inflamación de vesícula) y de la coledocolitiasis, que es una enfermedad caracterizada por la presencia de piedras (litos) en el conducto colédoco, mismo que transporta la bilis de la vesícula al intestino.
Las enfermedades de las vías biliares, señala la especialista, son motivo frecuente de consulta en Gastroenterología y es muy probable que sólo sean superadas en número por los problemas relacionados con el reflujo y las enfermedades del colon (intestino grueso).
Alimentación, la causa más común
El cólico biliar puede presentarse durante la juventud, aunque es más frecuente que haga su aparición en la etapa madura. Las estadísticas señalan que este malestar y las enfermedades que le acompañan afectan principalmente a las mujeres, ante todo a quienes son obesas, rebasan los 40 años y tienen varios hijos.
Cuando los pacientes llegan al consultorio refieren que el dolor apareció después de haber comido aguacate, huevo, leche, carnitas u otros alimentos ricos en grasa o lípidos.
El cólico es intenso y puede durar hasta media hora, afirma la especialista egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien hace hincapié en la importancia de acudir al médico para que realice un diagnóstico y determine si se trata de un problema ocasional o de alguna alteración crónica que haga necesaria la intervención quirúrgica para retirar la vesícula biliar (colecistectomía).
La Dra. Martínez Camacho, especialista en Endoscopia Diagnóstica y Terapéutica, establece que muchas personas que padecen cólico biliar buscan aliviar sus molestias con un analgésico o antiespasmódico, lo cual puede enmascarar la verdadera naturaleza del problema y complicar la salud del paciente. Es común, abunda en su comentario, que se busquen soluciones “mágicas” basadas en remedios caseros o que se sigan recomendaciones de alguien que pasó por algo parecido.
“Es clásico que la gente tome un té y lo combine con dieta basada en frutas y verduras cocidas durante algún tiempo, lo que seguramente le hará sentir mejoría notable. En realidad, una persona que siga este régimen está evitando los alimentos grasosos y, por ello, consigue que su vesícula se mantenga en reposo; empero, existe el riesgo de que pase el tiempo y el paciente retome sus hábitos alimenticios tradicionales, lo cual le pondrá nuevamente en riesgo”, admite la entrevistada.
¡Al quirófano!
Como ya se estableció, el cólico biliar es un síntoma característico de algunas enfermedades perfectamente conocidas. Si hablamos de la colecistitis, es decir, la inflamación de las paredes de la vesícula biliar, es común que el camino natural para su cura sea la extracción del órgano en cuestión.
Estas intervenciones son muy comunes, comenta la Dra. Martínez Camacho, responsable de la Clínica de Hepatitis del nosocomio del IMSS ya citado, y precisa que se recurre a laparoscopia, técnica de mínima invasión que se realiza con ayuda de una cámara diminuta introducida en el abdomen.
Cabe señalar que gracias a esta intervención el paciente tiene un periodo de recuperación muy corto y puede reintegrarse a sus actividades habituales en aproximadamente una semana.
La mortalidad y las complicaciones que pudieran presentarse durante la intervención “se basan en el número de enfermedades que tenga el paciente, puesto que no será lo mismo operar a alguien que padece diabetes (elevada concentración de azúcar en sangre debido a la incapacidad del organismo para aprovecharla), hipertensión (presión arterial alta) o problemas cardiovasculares (del sistema circulatorio), que a una persona con buen estado general de salud”, señala la especialista.

Hay que decir que un pequeño porcentaje de quienes se someten a esta operación padecen diarrea por corto tiempo. También puede generarse el llamado reflujo retrógrado, en cuyo caso la