Democracia mexicana

A sólo cuatro semanas de la jornada electoral federal que se avecina, está claro que la democracia mexicana, es justo como la justicia mexicana. Esto es: No existen. Todos los ámbitos están contaminados de anomalías que provocan más dificultades que viabilidad de desarrollo y prosperidad.
Aquello de “hágase la ley en los bueyes de mi compadre” que expresó el presidente Enrique Peña Nieto durante su reciente participación en el Foro Económico Mundial para ilustrar la corrupción que se práctica en México, a muchos nos dejó perplejos.
Cuando Peña Nieto abundó advirtiendo que entre los mexicanos algunos quisieran que la ley fuera para todos menos para uno; en lo particular esperaba cuando menos que el mandatario mexicano pasara saliva con dificultad. Es cierto que el público del Foro era nuevo, pero entre los mexicanos el discurso sonó vacío, hipócrita y mentiroso.
Cómo está eso de que la ley se aplica diferenciada para la familia presidencial en un asunto de tenencia patrimonial –y otros más. La mayoría tendría que dirimirlo de entrada ante el cada vez más rapaz órgano tributario, pero a los habitantes de Los Pinos se les permitió un micrófono en cadena nacional para que en voz y presencia de la señora Angélica Rivera se diera una explicación de cómo se adquirió el nombrado inmueble de la Casa Blanca de Las Lomas de Chapultepec, en el Distrito Federal.
Si cualquiera de nosotros tuviéramos un micrófono ante los medios de comunicación para presentar nuestras observaciones sobre cualquier asunto de la vida cotidiana que nos aqueje, no tendríamos que pasar por largos juicios de cualquier índole, en donde los jueces son tan ausentes de la realidad que en lugar de promover escenarios justos, lo único que logran es dejar como presos en libertad a las partes en litigio.
Un mes escaso para que los mexicanos podamos acudir a las urnas a votar a nuestros legisladores y en otros casos también gobernantes y el país está “patas pa´ arriba”, hasta la naturaleza nos está cobrando la factura de la impunidad y la corrupción con la que se manejan y aniquilan los recursos naturales.
La democracia es más que votar a nuestros representantes. Y tampoco es una acción, es un sustantivo que se encuentra salpicado de corrupción, impunidad y vicios añejos que de la misma se sirven para sólo acuñar poder de toda índole.
Acta Divina… Durante el Foro Económico Mundial celebrado en la Riviera Maya en México, el presidente Peña Nieto participó en un panel junto a los presidentes de Haití, Michel Martelly y de Panamá, Juan Carlos Varela. El tema central del mandatario mexicano fue la corrupción de la que advirtió en México se han impulsado nuevas leyes sobre la transparencia y se prepara un sistema anticorrupción.
Para advertir… “Hágase la ley en los bueyes de mi compadre”. ¡Qué tal!