Ya no ríen en Los Pinos

Valdría la pena preguntarle al jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño Mayer, si él cree que la avalancha de complicaciones que le vienen encima a la gestión de su jefe, el presidente Enrique Peña Nieto, las podrá contener o paliar con el diseño de una estrategia de comunicación agresiva en contra de quienes no informan los sucesos como el propio Nuño quiere y señala, y que tal vez ya advirtió que no es la “plaza pública” la que quiere sangre, sino los grupos delincuenciales letalmente armados y que al enfrentarse a las fuerzas armadas del país, no escatiman en dejar en claro las fortalezas de su armamento, tácticas y estrategias.
Si Nuño y su equipo creían que bastaba con acelerar la operatividad de las “reformas para desactivar el otoño del descontento” nacional, esperemos que para redefinir estrategias, los mismos hayan estado en concentración continua cada uno de los días luego de los sucesos violentos del pasado fin de semana en la entidad jalisciense por la acción delictiva del cártel Jalisco Nueva Generación.
Cambiar la ceremonia el martes 5 de Mayo, de la conmemoración de la Batalla de Puebla de la entidad que gobierna Rafael Moreno Valle, al Campo Marte, no tiene nada que ver con el posible alejamiento entre el mandatario federal con el gobernante poblano. A Peña Nieto lo resguardaron las propias fuerzas armadas que saben y advierten la lógica de guerra y el peligro real que significa enfrentarse con un grupo de sicarios capaces de derribar un helicóptero militar.
Basta recordar la vulnerabilidad de la administración de Felipe Calderón con dos secretarios de Gobernación –Mouriño y Blake— que perdieron la vida por la caída de aeronaves de las que se dijo accidentadas, por el asesinato en emboscada del candidato a gobernador de Tamaulipas Rodolfo Torre Cantú por la alianza “Todos por México” (priístas, verdes y aliancistas); por el asesinato a más de 30 alcaldes y la caída de muchos más militares. Del número de “daños colaterales” por los enfrentamientos con los narcotraficantes, ni hablar, se cuentan en miles entre cifras oficiales y por organizaciones no gubernamentales.
Así que Nuño debería estar ensayando una nueva mueca que remplace a la sonrisa en su rostro con la que se placea en la residencia oficial de Los Pinos y más allá. La cosa es seria y como he leído, escuchado y hasta vivido en las últimas horas, se está poniendo de la fregada.
Acta Divina… El presiente Enrique Peña Nieto señaló en su cuenta de Twitter el sábado 2 de Mayo, respecto al ataque del cártel Jalisco Nueva Generación: “El grupo delincuencial responsable de los hechos de hoy será desarticulado, como ocurre con las demás organizaciones del crimen organizado”.
Para advertir… A Aurelio Nuño, le tocó con anterioridad, aclarar los sucesos de otro helicóptero; el mismo en el que se dice viajó de su casa a la universidad, la señorita Paulina Peña.