Aprueba Senado reforma para DF; pasa a San Lázaro

El Senado aprobó en lo general y en lo particular la Reforma Política del Distrito Federal, con lo cual esta entidad formará parte de la Federación y será denominada “Ciudad de México”; se mantendrá como sede de los poderes de la Unión y capital del país, que contará con un Congreso local y una Constitución política propia.

La minuta fue enviada a la Cámara de Diputados para su discusión y eventual ratificación. Y por tratarse de una reforma constitucional se necesitaron dos terceras partes de los senadores presentes, pero hubo un voto dividido del PAN pues 18 de sus senadores votaron en contra, mientras que Héctor Larios se abstuvo.

El senador Mario Delgado, presidente de la Comisión de DF y uno de los impulsores de la reforma, aunque habló en favor del proyecto, también votó en contra junto con los senadores Rabindranath Salazar, Adán Augusto López, afines a Andrés Manuel López Obrador; y la fracción parlamentaria del PT, que encabeza Manuel Bartlett, también rechazó la minuta.

La aprobación de la reforma ocurrió en medio de severas críticas de senadores de todos los partidos quienes advirtieron que la reforma “era una simulación”, pues la Ciudad de México no tendrá las mismas obligaciones y atribuciones que otras entidades.

Además, los legisladores reprocharon que el gran ausente fue la ciudadanía, porque se privilegia en la fórmula para integrar la Asamblea Constituyente a los partidos políticos, toda vez que se órgano se encargará de modificar y aprobar la Constitución.

Según la minuta, se elegirá a una Asamblea Constituyente que estará integrada por 100 legisladores —60 electos y 40 designados—; 12 de ellos serán nombrados por el Senado, 12 por la Cámara de Diputados, seis por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y seis por el Ejecutivo federal.

“Ese acuerdo es para que el PRI esté sobrerepresentado y que tenga enviados del Presidente, lo que echa al traste todo lo que se había planteado”, reclamó Delgado en tribuna, quien reprochó que además que se le quitó a los capitalinos la posibilidad llevar a referéndum la Constitución de la ciudad.

Entre los cambios avalados, las delegaciones se trasformarán en alcaldías que funcionarán con un consejo integrado por entre 10 y 15 personas que servirán de contrapeso a los nuevos alcaldes que se elegirán a partir de 2018. La Constitución Política de la Ciudad de México deberá estar lista antes del 31 de enero de 2017.

Debate. El senador Pablo Escudero (PVEM) lamentó que las delegaciones capitalinas, por la opacidad y falta de control del ejercicio presupuestal, sean cuevas de Alí-Babá y los 40 ladrones.

La vicecoordinadora del PRD, Dolores Padierna dijo: “Aun con los avances de la reforma, a pesar de que nos coloca en la ruta deseada, debemos lamentar que persistan los reflejos autoritarios que pretenden regatear conquistas anheladas por los capitalinos”.

El senador Omar Fayad (PRI) calificó como un Frankenstein la reforma porque es un “pegotero” de ideas.

Mariana Gómez del Campo (PAN) expresó que no se cumple con el propósito de cambiar radicalmente la situación del DF, como era deseado, “pero es un paso más hacia su democratización y los acuerdos alcanzados son mejor que no haber hecho nada”.

El senador Alejandro Encinas señaló que a él no le gusta la integración del Constituyente, pero se han logrado las principales demandas de la izquierda que dan nuevos derechos a los ciudadanos de la ciudad.