El arte de Browne, por el país de Alicia

Anthony Browne (Sheffield, Inglaterra, 1946) tenía 17 años cuando presenció la muerte de su padre debido a un ataque al corazón. Aquel trágico día nunca se ha borrado de su mente y la figura de su padre ha estado presente en gran parte de su trabajo como autor e ilustrador de libros infantiles.

En gran parte de sus obras, ese padre «cariñoso y gentil» aparece representado como un gorila. Así lo hecho en su libro Gorila, donde un primate de fantasía se convierte en el padre sustituto de una niña solitaria o, en otro, donde la caída del gorila desde el Empire State se convierte en la imagen de su padre al caer muerto frente a él, o con su famoso personaje Willy, un mono tímido y soñador que ha protagonizado una serie de publicaciones.

«Yo siempre vi a mi padre como un gorila, grande y fuerte, pero muy cariñoso y gentil. En algunas historias hace referencia a mi padre, pero el gorila puede significar varias cosas en los distintos libros donde aparece. Escribo las historias y deliberadamente aparecen los gorilas y chimpancés, a veces es sin pensarlo», comenta Browne en entrevista con EL UNIVERSAL.

Esa fascinación por los primates aparece incluso en la interpretación que el ilustrador británico hizo de Alicia en el País de las Maravillas, una edición publicada originalmente en 1988 y que la editorial Walker Books relanzó el mes pasado en el marco de los 150 años de la primera publicación del clásico de Lewis Carroll.

En esta versión, los primates aparecen en distintos rincones de las páginas del libro ilustrado originalmente por Sir John Tenniel. Un gorila convive con otras criaturas en el charco de lágrimas de Alicia, otro aparece en la escena de la carrera interminable alrededor de una roca.

Considerado como uno de los más importantes dibujantes contemporáneos, Browne asegura que uno de los más grandes retos para ilustrar este libro ya famoso por sus dibujos icónicos fue darle una nueva imagen al célebre Sombrero Loco. En su versión, el sombrero de copa es sustituido por varios sombreros superpuestos y la locura del personaje aparece reflejada en su cara, con una mitad feliz y otra triste.

Y como en la mayoría de sus obras, el autor de Gorila, Zoológico, El túnel Voces en el parque le otorga su propia versión surrealista a la obra de Carroll. Según el autor británico, Alicia en el país de las maravillas era uno de los grandes favoritos de los maestros surrealistas, por lo que decidió tomar como referencias algunos de los cuadros más famosos de esta corriente artística, entre ellos El hombre del periódico, de René Magritte.

El libro de más de 117 páginas fue puesto a la venta el mes pasado en las librerías de esta ciudad y forma parte de la serie de ediciones que este año se han publicado en el marco del 150 aniversario de la obra de Lewis Carroll. Sin embargo, el Fondo de Cultura Económica, la editorial que publica los libros de Browne en México aún no tiene planeado lanzar dicho volumen.

Lo que sí está a la venta en México, publicado por el FCE, es su más reciente libro, ¿Qué tal si…?, un título más de este autor consagrado en la literatura infantil, quien en esa nueva publicación ofrece una historia sobre las primeras experiencias de convivencia del pequeño Joe, quien camino a su primera fiesta pierde la invitación.

Con historias e ilustraciones como estas, Browne ha logrado cautivar por igual al público adulto, al especialista y al infantil. Y es que, según el propio autor, sus libros no están dedicados a un público específico.

«La mayoría de mis libros son los que me hubiera gustado leer cuando era niño. Entonces pueden ser para un niño de tres años como para alguien de 53», comenta el autor que en la pasada Feria del Libro de Londres fue uno de las principales figuras invitadas para promover la lectura entre los niños.

Para Browne, quien estudió diseño gráfico en el Leeds College of Art y trabajó como artista médico y diseñador de tarjetas de felicitaciones antes de escribir e ilustrar su primer libro, A través del espejo mágico (1976), una de las principales formas para crear niños y jóvenes lectores es hacerles disfrutar la lectura. «Yo siempre trato de animar a los niños a disfrutar la lectura, no solamente a leer. Creo que el principio es disfrutar los libros porque así se crearán niños que van a seguir leyendo toda su vida», comenta.

«En general, cuando los niños comparten un libro con sus padres o maestros, lo que sucede es que los adultos leen el texto y los niños ven las imágenes, luego hablan de lo que está sucediendo y el significado de los personajes. Y creo que eso es algo que se disfruta mucho. El peligro es cuando los padres piensan que los niños deben dejar de leer libros con imágenes a una edad muy temprana y quieren que lean libros de texto porque piensan que al hacerles leer este tipo de libro van a aprender mucho más rápido, pero creo que no es así», reflexiona el ilustrador, quien se ha ganado la simpatía de decenas de niños con su célebre personaje de Willy.

A pesar de la revolución de los libros electrónicos y del fenómeno digital en el que viven los niños y jóvenes al estar rodeados de Ipad, videojuegos y otros dispositivos, el autor que de 2009 a 2011 fue nombrado Home Children’s Laureate, como reconocimiento a su labor en el campo de los libros para niños, confía en la sobrevivencia de los libros ilustrados, tal como lo conocemos ahora. «Desde luego creo que el futuro será distinto, pero creo que siempre habrá lugar para el libro físico. Para mí es demasiado tarde pasar del libro físico a lo digital, todavía soy un hombre de papel, amo el pincel y los lápices. Tal vez el libro ilustrado no será igual como en el mercado en el que está ahora, quizá haya gente haciendo libros a mano y serán más caros, pero creo que, al menos en lo que me queda de vida, el libro ilustrado va a seguir existiendo», asegura Browne.