Editores, visitantes y escritores han destacado el stand de la capital mexicana
Con el título «México DF. Tu querida presencia», «El Diario 41Feria del Libro» no sólo reconoce a la ciudad de México como Invitada de Honor de esta edición, cosa que ya había hecho desde su primer número, sino que en la cuarta entrega de hoy domingo, esa publicación que da cuenta de las actividades principales del día, de la programación, los principales protagonistas de la jornada y las citas obligadas, reconoce al Distrito Federal por su calidad y presencia con sus escritores y por el Pabellón.
El diario de la 41 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires señala «El stand de México DF, la ciudad invitada, se destaca por su imponencia, su belleza y su sobriedad. En los 370 metros cuadrados del espacio disponible se distribuyen dos mil 600 libros que conviven con una enorme pantalla de diez metros.»
En su página dos, la publicación que tira miles de ejemplares que son distribuidos entre los visitantes a la feria, habla de está «Ciudad de ciudades» y dice: «Todo es imponente en México. Su superficie, mil 500 kilómetros cuadrados; el número de sus habitantes, 9 millones de personas; su edad, casi siete siglos» y luego concluye: «Cuánta sobriedad muestra el stand, cuánta belleza. Por allí pasará la estancia de la gran capital del norte en este extremo opuesto del continente».
Luego, despliega las más importantes actividades que tiene hoy la ciudad de México en su agenda y una serie de cifras para confirmar su imponencia: 370 metros cuadrados donde se exhiben 2 mil 600 libros, mil 180 títulos, 130 actividades organizadas, 70 personalidades invitadas y la realización de tres conciertos.
El pabellón mexicano fue diseñado por Héctor Módica, Lourdes del Río y Alberto Kalach y construido con andamios cargados de cajas de cartón con el águila y la leyenda impresa que dice: «Hecho en México», hay otras tantas cajas en las que se dibujan los rostros de «defeños ilustres» como José Emilio Pacheco, José Revueltas, Octavio Paz, Juan Rulfo y Elena Garro; mientras circulan burritos, tortas de jamón y corría la cerveza y el tequila.