Inteligencia emocional

Un gran mundo pequeño

Nadie dispone del manual del padre o madre perfecto, del educador ideal que sabe cuándo imponer, cuando permitir y qué palabra utilizar.

No es fácil educar a un niño, lo sabemos. Nadie dispone del manual del padre o madre perfecto, del educador ideal que sabe cuándo imponer, cuando permitir y qué palabra utilizar. También sabemos que no todos los niños son iguales, que habiendo varios hermanos cada uno de ellos tiene un carácter y unas manías, pero aún así, hay algo que está claro, todos tienen las mismas necesidades: El sentirse queridos, escuchados y atendidos para crecer en confianza.
La necesidad de ofrecer un aprendizaje basado en las emociones, les permitirá el día de mañana poder gestionar muchas áreas de su vida con mayor efectividad, poder comunicarse mejor, reconocer emociones en las otras personas para poder respetar, para poder entender y disponer de una mejor conexión con la sociedad. Educar en el respeto, en la asertividad y en unas buenas habilidades sociales, les permitirá sin duda ir madurando con mayor autonomía. Pero para ello, para infundir en los niños la tan necesaria Inteligencia Emocional, es necesario que también tú sepas aplicarla en el día a día con los más pequeños.
La necesidad de gestionar las emociones del niño.- Deben aprender dónde están los límites para evitar frustraciones el día de mañana.
Comunicación continúa.-Hazlos crecer en confianza.
Aprender a reconocer emociones en los otros y en ellos mismos.
Fomenta la asertividad y sus habilidades sociales.