SAL

Toma en cuenta que en la actualidad los alimentos están muy procesados con conservadores para que duren más tiempo, colorantes para que sean más atractivos a la vista, altos en sodio (sal) y en azúcar para potencializar su sabor. El resultado: Ansiedad por seguirlos consumiendo, aumento de peso, elevación de la presión arterial, cansancio, apatía, irritabilidad, falta de atención y problemas para dormir y descansar. En resumen nos quitan la salud y nos envejecen.
Por eso debemos evitar este tipo de productos, ya que al perder peso, disminuimos el riesgo de diabetes, cáncer, estaremos más concentrados, dormiremos mejor y en general mejoraremos nuestra salud.
¿Cómo iniciar con éxito?
Elimina el azúcar refinada: No sólo la que le agregas al café o al té o al agua; también la que contienen los refrescos, bebidas de fruta embotelladas, tés embotellados o solubles, el pan de caja, galletas, dulces, postres, algunos productos light, cereales de caja, yogurt. Opta por tomar agua natural
Dile adiós a los cereales blancos: También a los refinados, ya que carecen de vitaminas y de fibra.
Disminuye los alimentos altos en sodio (sal): Empieza por los refrescos, incluyendo los light, alimentos enlatados, embutidos, comida congelada para microondas, sal de mesa
Evita el abuso de lácteos: Lo recomendable es consumirlos dos veces por semana.
No consumas alimentos con gluten como el trigo: Se encuentra en las pastas, cereales, galletas, salsas embotelladas y muchos otros que aparentemente no lo contienen