Diego Luna, productor de Las elegidas, destaca el hecho de que el festival francés vea más allá del cine comercial.
La historia, comenta el director David Pablos, es la siguiente: Un chico perteneciente a una familia de trata de mujeres debe continuar el ejemplo y su primera víctima es una adolescente.
“Entonces con ella empieza la confrontación, porque tiene dudas sobre eso; es una película bastante intimista de amor y me interesaba la complejidad de ese mundo”, explica el cineasta.
De esa manera engloba a Las elegidas, cinta que aborda el tema de la trata y la prostitución infantil y que competirá en la sección Una cierta mirada, de Cannes, a realizarse el mes próximo.
Los protagonistas son no actores, chicos que encontró en la ciudad de Tijuana, Baja California, donde se llevó a cabo la filmación.
Anteriormente otras cintas mexi-canas consideradas oscuras o con temática controvertida, como Después de Lucía, sobre el bullying y La jaula de oro, acerca de la migración, han triunfado en esa sección.
Amat Escalante, con la violenta Heli, se alzó con el galardón a Mejor Director, mismo premio logrado por Carlos Reygadas con Post tenebras lux.
“Pero esta película no es amarillista o sórdida, sino personal”, considera Pablos, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).
El actor y director Diego Luna, productor de Las elegidas a través de la empresa Canana, creada junto con Gael García Bernal y Pablo Cruz, celebra que los festivales busquen historias más allá de cuestiones comerciales.
“Creo que el cine tiene ese chance de acercarnos a historias muy personales y que eventualmente pueden despertar en el espectador una reflexión y preguntarse cosas de su entorno”, dice.
“Cannes festeja el cine de autor, miradas, puntos de vista y creo que es importante eso, porque esa es la labor de un festival”, agrega vía telefónica desde Francia, donde se encuentra atendiendo compromisos laborales.
De Volpi
Las elegidas está inspirada en el libro de Jorge Volpi, en la que retrata la problemática de la prostitución infantil y el tráfico de mujeres en Tenancingo, Tlaxcala.
Pablos, de 32 años, aclara que sólo tomó la idea para crear su historia.
“En alguna ocasión (Volpi, El fin de la locura y Memorial del engaño) estuvo en el set, leyó el guión y le gustó, pero no ha visto la película”, indica.
Pablos y Cannes ya son conocidos. En 2008 su cortometraje de titulación, La canción de los niños muertos, participó en la Semana de la Crítica, teniendo buen recibimiento. Ahora llega de la mano de los quinceañeros Nancy Talamante y Oscar Torres, sus no actores. Esta fórmula ya ha sido explotada por los cineastas Amat Escalante, Carlos Reygadas y por Diego Quemada Diez, cuyo elenco juvenil de La jaula de oro ganó el premio en Una cierta mirada, en la edición de 2013.
“Dan una espontaneidad impresionante, tienen por naturaleza propia un orgullo y varios de estos chicos tienen un talento enorme; fue un proceso bastante largo, de entrenamiento de un mes”, expresa.
Para ‘El Charolastra’ Luna, cuya carrera actoral arrancó desde que tenía cinco años, señala que los protagonistas del filme son creadores.
“No tienen experiencia actoral, por supuesto, no tienen una preparación, pero son actores porque crearon personajes, trabajaron con un director creando una ficción”, subraya.
Las elegidas competirán, entre otras, contra Je suis un soldat (Francia), The other side (Estados Unidos), Comora (Rumania) y Madonna (Corea).
Pablos se encuentra en los toques finales de posproducción.
